Motoristas cubanos expresaron su deseo de que las autoridades autoricen las carreras en la Isla, asegurando que son muchos los aficionados que siguen con entusiasmo este tipo de competición.
Las carreras de motos han enfrentado décadas de prohibición en Cuba, salvo esporádicas competiciones de motocross y alguna que otra exhibición de bólidos, como carreras de lanchas en el litoral habanero.
No obstante, los entusiastas cubanos continúan encontrando formas creativas de mantener viva su pasión por las carreras de autos y motos.
En declaraciones al medio independiente CubaNet, Antonio Trueba García, líder del club de motos "Team la Fama", expresó su deseo de que se autoricen las carreras de motos en la isla.
Este club, como muchos otros en Cuba, organiza competencias amistosas en tramos cortos de 100 a 300 metros, utilizando principalmente motos Suzuki con cilindrajes de hasta 115 centímetros cúbicos. Además de competir, estos clubes funcionan como una gran familia, brindando apoyo mutuo a sus miembros.
“Ojalá hubiera miles de recursos y autorizaran una pista que uno pudiera correr, no como hacen, que convocan una actividad de carros y entonces cuando es de motos te la suspenden”, señaló el un joven mecánico que sueña con carreras de motos legales.
A pesar de la falta de recursos y la negativa del régimen, los entusiastas creen que la autorización de estas competencias sería beneficiosa. Argumentan que las carreras atraen a multitudes y, en ausencia de regulación, a menudo resultan en situaciones peligrosas cuando la policía interviene, lo que podría prevenirse con la legalización.
“No hay ni disposición, ni recursos, lo que hicieron en San Nicolás de Bari fue un paripé para intentar calmar los ánimos porque la gente lo está pidiendo. Pusieron hasta una ambulancia, quién no sabe que aquí en Cuba no hay ni ambulancia para trasladar a los enfermos”, dijo otro miembro del "Team la Fama", que no quiso revelar su identidad.
Más allá de las prohibiciones de las autoridades – que sostienen que estas competiciones son peligrosas y generadoras de indisciplina social-, persisten otros desafíos, ya que la importación de piezas para motos y la escasez de combustible dificultan la práctica de este deporte.
Los entrevistados señalaron que las piezas son costosas debido a la falta de suministros locales, y las largas colas para conseguir combustible agravan aún más la situación.
“Todas las piezas de este tipo de motos son importadas porque en Cuba no venden nada de esto, así que según sube el dólar sube el precio de las piezas, en cualquier momento no habrá quien pueda pagarlas. Por otra parte, está el combustible, que las colas no paran, son tantas cosas las que atentan contra este deporte”, dijeron al citado medio.
A pesar de los obstáculos, estos apasionados motoristas siguen luchando por su amor por las carreras de motos y esperan que en algún momento las autoridades cubanas reconsideren su postura y permitan formalmente estas competiciones, brindando así una vía segura y regulada para esta pasión compartida por muchos en la isla.
A mediados de julio se publicó en redes sociales el impactante video de un accidente durante una carrera clandestina de motos en Camagüey, advirtiendo del peligro que suponen carreras de estos vehículos con motores de combustión y gomas de rin 13, las cuales lo hacen más inestable.
Personas cercanas al conductor afirmaron que el joven sobrevivió, pero las imágenes fueron sobrecogedoras: En plena carrera la moto perdió el control y se deslizó fuera de la carretera, mientras el conductor, identificado como Robertico, salió expulsado varios metros hacia adelante del vehículo.
"Eso fue en la carretera de Vertientes y para suerte de todos no le pasó nada, a la semana ya estaba corriendo otra vez, muchas gracias", dijo un testigo del hecho, indicando que la moto involucrada era una Kawasaki.
En octubre del año pasado, una emotiva caravana formada por decenas de motocicletas acompañó en la ciudad de Camagüey los restos mortales de Víctor Manuel del Valle Ramos, un motorista de apenas 19 años fallecido como consecuencia de un accidente durante una carrera de motos.
En 2017 un accidente en otra carrera clandestina de motos dejó al menos una víctima mortal en la vía Monumental de La Habana. Pese al peligro que representan estos desafíos los cubanos siguen participando de ellos pues afirman que pueden ganar miles de pesos en 20 segundos.
A comienzos de agosto, motoristas del municipio Placetas, en la provincia de Villa Clara, retaron a conductores de otras provincias a una carrera.
"Es Holguín, es el centro, es La Habana, es malanga y su puesto de viandas. ¡No es por Facebook, es aquí!", dijo uno de los promotores de la competencia, incitando a los motociclistas de otras ciudades a encarar una carrera in situ, en su localidad.
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