El partido de este jueves entre Argentina y Ecuador dejó par de momentos impactantes: uno, el tardío golazo de tiro libre de Leo Messi; el otro, cuando el ‘10’ pidió el cambio a dos minutos del final.
Justo en ese momento saltaron las alarmas, y como era de esperar el epicentro de la preocupación se localizó en Miami, cuyo equipo depende en gran medida de las aportaciones del genio rosarino.
“Parece tener síntomas de cansancio por los reportes que tenemos del partido”, dijo el entrenador de los ‘Herons’, Gerardo Martino. "Habrá que esperar para saber con mayor precisión”.
El punto es que Messi, de 36 años de edad, acumula 12 encuentros en 48 días, lo cual lleva a pensar que la fatiga -con la consiguiente lesión- está a punto de hacer acto de presencia.
“El cambio se fue dando, estaba un poco cansado. Se dio así y seguramente no será la última vez que empiece a salir en los partidos. Me sentí muy bien en un partido muy físico y muy duro”, dijo ‘La Pulga’, a todas luces intentando quitar hierro a lo ocurrido.
Pero razones sobran para la inquietud, y he aquí que el DT de los campeones del mundo en Qatar, Lionel Scaloni, valora actualmente la posibilidad de liberar a Messi para el segundo compromiso de las eliminatorias sudamericanas, a jugarse el martes próximo en las exigentes condiciones de La Paz, Bolivia.
La nota estimulante reside en que las pruebas realizadas descartaron que el capitán tuviera una lesión muscular, pero el desgaste existe. La escena infrecuente de un Messi solicitando el reemplazo habla por sí sola.
“Si está bien jugará y si no, veremos qué hacemos”, ha dicho Scaloni con respecto al choque ante la ‘Verde’, a disputarse a 3640 metros sobre el nivel del mar.
Por lo pronto, el (para muchos) mejor jugador de la historia continúa en Ezeiza, a la espera de que se determine si viaja o no a La Paz. Miami está pendiente.
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