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Las gallinas y pollos propiedad de un cubano fueron el motivo de una pelea entre vecinos en Miramar Street, en Fort Myers Beach, sur de Florida, que terminó con dos hombres arrestados.
El cubano Dashiell González, de 43 años, y Robert Bourassa, de 65, fueron detenidos por oficiales de la Oficina del Sheriff del condado de Lee luego de enfrentarse a golpes a causa de las aves sueltas en el vecindario, según un reporte de América TeVé.
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Las cámaras captaron el momento en que ambos hombres se enfrascan en un combate cuerpo a cuerpo, y otros vecinos intentan separarlos. En medio de la trifulca se le escucha decir al cubano: “¿Qué vas a hacer?”.
Según el informe de la policía, las gallinas y pollos de González llevaban semanas deambulando libremente por el barrio a la vista de los residentes del lugar.
Algunos vecinos lo asumieron con normalidad y hasta les daban comida y agua a los animales, pero para otros representó una molestia.
Bourassa, dueño de la propiedad, le reclamó por las aves a González, su inquilino, quien alegó que a todos les gustaban los animales.
Pero el primero “no quería tener animales dentro de su propiedad”. La discusión fue subiendo de tono y acabó a puñetazos y forcejeos en el suelo entre ambos, quienes finalmente terminaron bajo arresto.
Tras el incidente, la municipalidad de Fort Myers Beach declaró: “La ciudad ha estado al tanto de las gallinas desde su aparición, y nuestro equipo de vigilancia de playas y calles ha estado trabajando para hallar soluciones”, según NBC2.
El canal informó, además, que los servicios de animales domésticos se llevaron tres pollos, pero después de la pelea se vieron otros tres más saliendo de los arbustos.
Otros incidentes de este año también implican a cubanos y la crianza de aves en el sur de Florida. En enero, la policía de Miami-Dade descubrió una red de peleas de gallos en un área rural en el extremo noroeste del condado.
Durante el operativo en una propiedad rural, los oficiales encontraron varios gallos en jaulas con plumas rapadas, un gran ring para peleas que contenía sillas y una plataforma de observación exterior, todo dentro de un refugio improvisado.
Al día siguiente, en un rancho en la misma propiedad donde se desmanteló la red de peleas de gallos, fue hallado el cadáver del cubano Alfredo Alfonso-Martínez.
En 2022, otro cubano que criaba y vendía gallos de pelea en su residencia en Kendall, fue arrestado bajo cargos de crueldad animal.
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