Cubana es golpeada y encerrada en un carro casi 20 horas por expareja en La Habana

Karina Ríos Estrada quedó con severas secuelas de salud a causa de la brutal agresión de su exesposo, que casi le cuesta la vida. La mujer tiene dos hijos, de 10 y seis años, con el agresor. Actualmente, no puede hablar y está incapacitada.

Violencia contra la mujer (imagen de referencia) © Pixabay/Tumisu
Violencia contra la mujer (imagen de referencia) Foto © Pixabay/Tumisu

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Este artículo es de hace 1 año

La madre cubana Karina Ríos Estrada quedó con severas secuelas de salud a causa de la brutal agresión de su exesposo, quien la golpeó hasta desmayarla y la encerró en su carro casi 20 horas, en La Habana, la semana anterior.

En un testimonio al diario Cubanet, el primo de la víctima, Oscar Ramírez Sardiñas, contó los pormenores del cruento ataque que sufrió Ríos el pasado 6 de octubre a manos de su expareja, Richard Hernández, quien le provocó graves lesiones cerebrales que la incapacitaron físicamente, le impiden hablar e, incluso, reconocer a sus propios hijos.


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“Apenas habla, mueve las articulaciones sin control, grita todo el tiempo y pierde el equilibrio si intenta caminar sola”, señala el reporte de la periodista Claudia Padrón Cueto.

La noche de los hechos, el hombre visitó a su exesposa, con quien tiene dos niños de 10 y 6 años, respectivamente, y le pidió que lo acompañara a comprar yogur. Al regreso, le dio una golpiza, se la llevó en su carro y la mantuvo tirada en la parte de atrás del vehículo hasta el siguiente día a las 5 de la tarde, cuando “la abandonó en un lugar al que le dicen ‘el cementerio de los perros’, en Alamar”, contó Ramírez.

Una amiga de Ríos se los encontró, se enfrentó a él y le exigió que la llevara al hospital.

De acuerdo con la misma fuente, el agresor le provocó fractura interna de cráneo y un edema craneal a la víctima. “Como secuela, hasta el momento no habla. No se le entiende nada. Más que palabras son gemidos o sílabas sin sentido lo que sale de su boca. No puede caminar bien y apenas conoce a sus hijos. Está muy malita”, reveló.

“Nada más hay que ver cómo la dejó: está toda torcida, como boba”, lamentó. “El neurólogo que la atendió dice que puede tener mejoría poco a poco, aunque no volverá a ser la de antes”.

Como si no fuera suficiente con la agresión física, “ese día, que casi la mata, también le picó con una tijera toda su ropa, zapatos, hasta los blúmeres. La dejó sin nada”, afirmó el primo.

La semana pasada, Ramírez acudió a la Policía de Alamar para indagar sobre el avance del proceso contra Hernández, que por el testimonio se infiere que está detenido.

“Hablé con la jefa de sección de Instrucción que atiende el caso y… ¿sabe qué me dijo? Que si yo sabía el motivo por el cual ese desgraciado había hecho eso”, dijo a Cubanet. “Le expliqué que hacía meses que no tenían nada y la Policía me contestó que eso fue seguro porque ella le estaba pegando los tarros a él”.

La respuesta de la oficial provocó la indignación de Ramírez, quien llegó a discutir con ella, pese a las consecuencias que ello podría acarrearle.

“Sacamos un buen debate porque me enfureció que ella lo estaba defendiendo. Sé que él tiene un buen padrino que es jefe, y se lo dije en su cara. También sé que su familia está pagando dinero para sacarlo de ahí con la sanción mínima”, aseguró. “Por eso hago pública esta historia para que no haya impunidad. No confío en la justicia de mi país; y cuando reclamas te meten preso porque estás en contra del Gobierno”.

Ramírez explicó que su prima es huérfana desde los nueve años y fue criada por su madre, razón por la que son como hermanos. “Actualmente a quien único ella tiene aquí es a mí”, aseveró. “Su hermano vive en Brasil y paga la renta del apartamento de Karina y la electricidad; pero yo soy el responsable de ella”.

Añadió que, hasta el momento, los niños los está cuidando la misma amiga “que la salvó”, de manera que él pueda atenderla. “Hay que llevarla al baño para que haga sus necesidades, asearla. Tampoco se alimenta sola”, detalló.

Ramírez es pintor, escultor y tatuador profesional, ocupación esta última con la que se gana la vida. Sin embargo, no ha podido trabajar más porque su prima necesita cuidados permanentes. “Mi mujer es la única que está trabajando, pero no alcanza para nada. En medicinas para ella acabo de gastar 4,000 pesos porque en farmacia no hay, y tuve que comprar en la calle”, expresó.

La situación se agrava, porque Ríos “está muy mal de los nervios”, y aseguró que llevan “días sin dormir en la casa porque grita toda la noche y está muy alterada”.

Asimismo, manifestó su preocupación por no saber bajo qué cargos procesarán al agresor. “Tengo miedo de que quieran pasarle la mano, a pesar de que destruyó a Karina y a sus hijos”, dijo.

Pese a la crítica situación que está encarando la familia por el delicado estado de salud de Ríos, las condiciones de su vivienda y la falta de recursos, Ramírez aseguró que no dejará sola a su prima.

La violencia contra la mujer en Cuba ha cobrado en lo que va de año 63 víctimas mortales, según el subregistro que llevan organizaciones feministas independientes, como Yo Sí Te Creo en Cuba y el Observatorio de Género de la revista Alas Tensas, a falta de estadísticas oficiales del gobierno cubano. La cifra se acerca al doble de los feminicidios ocurridos en Cuba en 2022, que fueron 36 en total, lo que evidencia un incremento de los crímenes de esa naturaleza en el país

Ambas plataformas informaron este jueves que de otros cinco casos fatales reportados en 2023 se necesita acceso a la investigación policial para confirmar si se trata de feminicidios; mientras se han reportado hasta la fecha cinco intentos de crímenes de ese tipo.

Sin embargo, el régimen sigue sin declarar el estado de emergencia por violencia de género, que han solicitado en reiteradas ocasiones varias organizaciones de la sociedad civil.

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