Luis Gustavo Cañabate no solo quedó anclado en el sexto lugar de la final de trampolín a un metro de los Juegos Panamericanos Santiago de Chile 2023, sino que en cada salto ejecutado en este evento recuperó la confianza deportiva tras haber estado cerca de la muerte por un accidente ocurrido un año antes.
Al filo de las nueve de la noche del sábado 21 de octubre, a pocos minutos de iniciar la final de la plataforma a un metro, a la que Cañabate se incluyó con el cuarto mejor acumulado de la clasificatoria (354.20 puntos), el propio clavadista posteaba en Facebook un mensaje que decía: “Agradecido conmigo y con todas las personas que me han apoyado”.
Este suceso era un milagro. Un año antes su vida había estado a la deriva en salas de terapia intensiva de los hospitales Naval, Pediátrico de Marianao y Hermanos Ameijeiras en cuestión de una semana, debido a un fuerte accidente que provocó serias lesiones en un brazo, la mandíbula y la pelvis, además de múltiples contusiones.
El recuento de los hechos se hace rápidamente. Fue en la madrugada del 12 de noviembre de 2022, cuando Cañabate cayó al vacío desde un tercer piso en la Escuela Superior de Formación de Atletas de Alto Rendimiento (ESFAAR) “Giraldo Córdova Cardín” en La Habana. La recuperación requirió de la ayuda y el empeño del deportista. Su vida estaba en una cuerda floja a poco más de un mes de cumplir 19 años y con una prometedora carrera en ascenso.
Sin embargo, el estado de salud de Cañabate fue mejorando poco a poco. Requirió de tiempo y constancia. A principios de 2023, luego del alta hospitalaria, comenzó a hacer terapias de rehabilitación en el hospital Amalia Simoni, en su natal Camagüey, donde lo atendieron maxilofaciales, ortopédicos y psicólogos, además de neurólogos, para estudiar los trastornos de sueño y sonambulismo que provocaron el accidente.
El regreso al tanque de clavados fue el 13 de agosto en el Complejo de Piscinas Baraguá, al este de La Habana.
“Nunca temí volver al deporte, todo lo contrario, no veía el momento de saltar nuevamente. Básicamente esta es mi vida, a lo que me he dedicado con pasión desde niño. El regreso ha sido maravilloso, la sensación de hacer los ejercicios y caer al agua me devolvió mucha felicidad”, celebró en una entrevista al periódico camagüeyano Adelante.
Ese esfuerzo tuvo su recompensa el pasado sábado, en el Centro Acuático del Estadio Nacional de Santiago de Chile. Pasado el mediodía, Cañabate se clasificó para la final de la plataforma a un metro de los XIX Juegos Panamericanos, que acontecería cerca de las nueve de la noche del propio día. Todo Camagüey y un poco más allá estuvieron pendiente del evento.
Con el sexto lugar asegurado, el muchacho parecía sentirse feliz. “No tenía pensado llegar tan lejos aquí, pero no se trata solo del sexto lugar. Lo que más me llena es haber quedado a solo 14 puntos de la medalla. Es mi logro más importante hasta ahora. ¿Qué son 14 puntos?... En este deporte es un pequeño fallo, un salto con algo más de complejidad, una pequeña diferencia”, dijo en entrevista al portal digital JIT.
Ante un camino adverso y lleno de altibajos, Cañabate parece sentirse entusiasmado. “Estos Juegos me están demostrando que puedo, que a pesar de todo lo ocurrido y lo difícil del proceso, estoy aquí. Creo que lo estoy haciendo bien. Eso es un premio. Ver a los otros clavadistas de más nivel también nos da ideas, nos confirma que podemos incorporar nuevos saltos, más complejos”, añadió en la propia conversación.
Dos días después de su logro, el mandatario Miguel Díaz-Canel lo elogió en la red social X: “Al borde de la muerte. Diez meses después Luis Gustavo Cañabate se incluyó en final del trampolín a 1m en #Santiago2023. Medalla de oro para la familia, los médicos, los entrenadores y para ti, campeón”.
Pero este clavadista no se detiene y tal vez, en un futuro cercano, busque regresar a la plataforma de 10 metros en la cual, junto a Carlos Daniel Ramos, consiguió también un sexto lugar en la prueba sincronizada del Mundial de Budapest en 2022, meses antes del accidente. Y en 2021, la medalla de oro de los Juegos Panamericanos Junior en Cali, Colombia.
“Debo esperar la decisión de los médicos. En su momento se evaluará si es posible, pero me esfuerzo para que suceda. Sería muy bonito volver a tener buenos resultados en esa modalidad. Esa posibilidad también mantiene mi motivación”, enfatizó en la entrevista.
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