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El economista Pedro Monreal afirmó este martes que el "ordenamiento" económico diseñado por el gobierno es el responsable directo del deterioro del poder adquisitivo de los cubanos.
Tras cuestionar la "rendición de cuentas" del Ministerio de Economía y Planificación (MEP) ante el Consejo de Ministros, Monreal criticó a esa entidad por atribuir el deterioro del poder adquisitivo de los salarios y pensiones exclusivamente a factores externos como el "bloqueo" económico y la pandemia de Covid-19.
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Gran parte de esta pérdida de poder adquisitivo se debe al fracaso del "ordenamiento", una iniciativa en la que el MEP tuvo un papel fundamental y de la que ahora quiere lavarse las manos, indicó en un hilo de X, antes Twitter.
Para Monreal, el "ordenamiento" económico –diseñado e implementado por el MEP– ha resultado en una drástica reducción de los ingresos de los trabajadores y, en última instancia, ha empobrecido abruptamente a gran parte de la población cubana.
Sin embargo, todo parece indicar que el gobierno no está dispuesto a realizar una autocrítica sobre esta política, subrayó el destacado economista, uno de los especialistas de la UNESCO.
Según Monreal, la disminución relativa de los salarios y las contribuciones a la seguridad social refleja decisiones erróneas que no se han corregido, lo que ha llevado a un desfase entre los ingresos y los aumentos de los precios de consumo.
También planteó su preocupación por la falta de corrección de estas decisiones por parte del MEP, que aparentemente usa esa "compresión" salarial como un instrumento de política macroeconómica en el que el ministerio mantiene cierto control.
Este martes otro economista cubano, Elías Amor Bravo, cuestionó las "recetas" que propuso el mandatario Miguel Díaz-Canel en la más reciente reunión del Consejo de Ministros, para paliar la aguda crisis económica que atraviesa Cuba.
En su intervención, Díaz-Canel dijo que "la principal convocatoria en estos momentos tiene que ser a producir más con nuestro propio esfuerzo, con nuestro propio talento y con nuestras propias capacidades y potencialidades, no hay otra salida, porque no existen medidas mágicas que puedan cambiar –de un momento a otro–, en el corto plazo, la situación actual que vive el país".
Ante esta afirmación, el economista dijo que se trataba de una "mentira tan grande"." Claro que existen recetas, y no mágicas, sino prácticas, basadas en la racionalidad económica ajena a los postulados comunistas" y afirmó que "los vietnamitas fueron un buen ejemplo de ello".
Díaz-Canel aseguró ante el Consejo de Ministros que "en diferentes lugares hay recursos que aún no se aprovechan, siendo imprescindible promover la participación popular en todos los procesos, por lo tanto, esto parte, también, de que hay que tener un diálogo, una conversación permanente con nuestra población".
Para el experto, el régimen cubano prefiere y dice “cualquier cosa, menos el reconocer que mercado y derechos de propiedad privada son el camino necesario”.
Amor cuestiona que "en vez de dar flexibilidad, abrir espacios y liberar oferta y demanda, la solución comunista pasa por no quitar la correa del cuello e incluso, apretar más".
Explica que los gobernantes cubanos pretenden convencer a la población que los recursos para mitigar la crisis pueden salir "de las medidas de ahorro, de eficiencia energética y de ajuste en la actividad económica y social que se adoptaron para enfrentar la situación puntual que teníamos con el déficit de combustible".
El economista concluye que la clase dirigente cubana se encamina a "pegar otro apretón al cinturón del régimen que asfixia permanentemente cualquier atisbo de actividad económica".
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