La madre de Yenisley Perdomo, una cubana que hace menos de un mes murió de cáncer, está plantada en el aeropuerto de La Habana y ha dicho que se quedará ahí hasta que el régimen castrista le deje sacar a su nieta del país.
Gina Sao es una madre que al dolor de perder a su hija de solo 37 años, se suma ahora que el gobierno le impide llevarse consigo a su nieta a Estados Unidos, donde vive. Ella pasó este último año en Cuba cuidando a su hija durante su enfermedad, pero tras su muerte, quiere llevarse a la pequeña con ella, pues su padre está preso.
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Este viernes, abuela y nieta fueron al Aeropuerto Internacional José Martí, pero no les permitieron volar. Las autoridades alegan que ella no tiene la custodia legal de la menor, a pesar de que el papá desde la cárcel accedió a su salida definitiva por medio de un poder notarial.
"Es desesperante lo que estamos viviendo. Mi niña está muy mal de los nervios por todo lo que ha sufrido y esta gente no nos deja salir. Estoy plantada aquí en el aeropuerto, de aquí no me puedo ir, no tengo adónde ir", dijo la mujer entre lágrimas.
Gina lamentó especialmente que la niña necesita atención psicológica, pero "no hay ni psicólogos en este país".
En otro video, la desesperada abuela anunció que no se irá del aeropuerto hasta que no se resuelva su situación.
"Voy a estar plantada en el aeropuerto, de aquí no me voy a ir hasta que no me dejen salir con mi nieta. Mi nieta es huérfana, no tiene a más nadie. (...) No la puedo dejar, porque no la voy a dejar desamparada", recalcó.
Esta semana Gina pidió ayuda para poder llevarse a su nieta de Cuba. "Necesito obtener la custodia. Es un trámite complejo y demorado por razones que desconozco", detalló.
La mujer recordó que su hija falleció por cáncer, pero también por la mala atención médica que padeció en la Isla.
"A mi hija le llegó el parole, pero fue demasiado tarde para ella", lamentó. "Solo sé que no me voy a quedar callada. Me dejaron morir a mi hija y no me van a dejar a mi nieta desamparada", afirmó.
Yenisley Perdomo, quien tenía cáncer de mama con metástasis ósea y hepática, murió el 25 de octubre en La Habana, días después de haber recibido una visa humanitaria para atenderse en el extranjero, ya que en Cuba no le daban tratamiento.
La activista Diasniurka Salcedo Verdecia comunicó entonces que la fallecida estaba casi al viajar cuando lamentablemente sucumbió a la enfermedad.
"Por cuestiones de papeleo el proceso se retardó y desgraciadamente cuando estaba a punto de volar no fue posible porque falleció...", relató Diasniurka.
En septiembre, Gina envió un mensaje a los congresistas cubanoamericanos María Elvira Salazar y Marcos Rubio para que le tramitaran una visa humanitaria a su hija para atenderse en Estados Unidos.
Ella estuvo tiempo denunciando los malos servicios médicos, la carencia de insumos en los hospitales y la precariedad en la atención en salud en Cuba.
En agosto, relató que meses antes le hicieron un TAC a su hija y en el hospital perdieron los resultados. Eso la obligó a sacar una segunda cita que tardó tres meses, pero al ir al hospital oncológico, los equipos estaban rotos.
"Es demasiado el abandono en el que vive el pueblo de Cuba, sin medicamentos, sin alimentos y sin atención médica", recalcó la atribulada madre entonces.
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