Una encuesta de la prensa oficialista cubana relevó un preocupante aumento de la violencia en el país, donde las redes sociales se han convertido en el espacio de denuncia ante la falta de información de las autoridades.
El artículo de la revista Bohemia "Violencia social en Cuba: Entre la realidad y la idea" afirma que la sociedad cubana hoy percibe y está ante un aumento de la violencia en el país.
"Según una muestra no representativa aplicada por Bohemia en plataformas digitales, diversas entrevistas realizadas e investigaciones sociológicas, penales y antropológicas consultadas, en Cuba hay un aumento de la violencia", expresa la publicación.
Un 92.39 por ciento de la muestra –de 90 personas consultadas en 12 provincias, la mayoría de entre 20 y 29 años– considera que la violencia ha aumentado mucho y el resto valoró que poco.
Por su parte, más de dos quintos de los entrevistados por redes sociales dijeron que en los últimos seis meses han conocido de 10 o más delitos violentos.
Asimismo, casi la mitad de los consultados (48.91 por ciento) manifestó conocer a alguien que fue víctima directa de transgresiones en el mismo período.
El 73.4 por ciento, además, agregó que las víctimas no denuncian o no reciben una respuesta satisfactoria de parte de las autoridades.
La Habana es la provincia donde se contabilizan más hechos violentos.
El medio afirma que la "apreciación" de inseguridad "se ve estimulada por los contenidos no siempre verídicos de redes sociales y medios no oficiales"; pero reconoce que "existe un incremento de varios tipos de delitos que ha fracturado la sensación de seguridad de la población".
"El trasfondo económico-social incide en la aparición de vulnerabilidades, desigualdades, en la pérdida de valores y de mecanismos de solución de conflictos que a la postre generan mayor criminalidad", señala.
Explica al respecto que el incremento de la violencia tiene lugar en medio de una de las más profundas crisis económicas y sociales que atraviesa el país, y que los directivos del sector jurídico la vinculan a la escasez de recursos, bienes, alimentos y también a la elevada inflación.
Asimismo, coincide en que la falta de espacios oficiales que aclaren y aporten cifras sobre este tipo de sucesos abona la confianza de la población en lo que lee a través de redes sociales.
"Esa insuficiencia –de información– no desaparece, se redirige hacia diversos canales alternativos de comunicación", expresa Bohemia.
Tras arremeter –y tildar de "amarillista"– contra la prensa independiente que sí divulga los hechos delictivos reportados por los cubanos en redes, la publicación reconoce que en plataformas como Facebook hay denuncias de hechos reales.
"Una parte de ellos escala el interés popular provocando una respuesta, generalmente tardía, de los medios estatales", explica.
Afirma que la población "construye su percepción sobre seguridad pública en base a experiencias propias, comentarios de conocidos y lo publicado en redes y medios de comunicación, oficiales o no".
A pesar de que el gobierno cubano ha negado un incremento de la criminalidad y ha creado perfiles en redes para contrarrestar esta percepción y generar una opinión favorable del trabajo de la policía, los reportes en redes dan cuenta de un alarmante aumento de los crímenes contra mujeres (feminicidios) y de jóvenes en fiestas o altercados callejeros, así como de la impunidad que prevalece en los casos de robo.
También han muerto decenas de personas en robos con violencia en sus hogares o mientras alguien intentó robar su moto, auto o sus animales.
Además, los mismos perfiles oficialistas publican con frecuencia noticias sobre robos y atracos en viviendas o entidades estatales, que también confirman lo que el discurso oficial niega.
También se ha reportado un alarmante aumento de los asaltos y del uso de armas de fuego y de armas blancas como machetes en los distintos tipos de agresiones.
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