En una manifestación de solidaridad y gratitud, el empresario cubanoamericano Max Alvarez, a través de su empresa Sunshine Gasoline, ha continuado con su tradicional donativo anual de pavos en Acción de Gracias.
Este acto, que se ha realizado de manera ininterrumpida durante más de dos décadas, representa para Álvarez un homenaje a sus raíces y una forma de devolver a la comunidad el apoyo brindado a su negocio a lo largo de los años.
"Esto es una tradición que empezamos hace mucho tiempo," dijo Álvarez en declaraciones a America Tevé.
Inspirado por sus padres, quienes le enseñaron los valores de la gratitud y la lealtad, este emprendedor refleja su compromiso con aquellas familias que, al igual que él en su juventud, llegaron a Estados Unidos en busca de un futuro mejor.
Álvarez, quien comenzó su negocio desde el maletero de su automóvil, hoy se siente agradecido y satisfecho al poder contribuir de forma significativa con la comunidad.
La distribución de los pavos es un evento que se espera con ansias y que congrega a numerosos residentes que expresan su agradecimiento por la ayuda recibida.
"Estamos bien aquí en la fila desde temprano," comentó uno de los beneficiarios.
"Sí, cómo no. Bueno, asadito, como nos gusta a los cubanos", añadió
La generosidad de Sunshine Gasoline y la figura de Max Álvarez se han convertido en pilares para muchos, brindando no solo un recurso valioso para la celebración de Acción de Gracias sino también un ejemplo palpable de solidaridad y ayuda humanitaria.
El agradecimiento se extiende a las familias que ven en esta iniciativa una muestra de apoyo y unión, sobre todo en fechas tan significativas.
Max Álvarez, acompañado por la familia de Sunshine Gasoline, celebró el vigésimo primer aniversario de esta noble labor desde El Doral, finalizando así otra jornada de generosidad que sin duda fortalece los lazos comunitarios en Miami.
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