El gobierno cubano informó que hay un incremento de los intentos de suicidio en el territorio oriental, específicamente en Guantánamo, una de las regiones más empobrecidas del país.
En un reportaje del Periódico Venceremos, la doctora Melba Ramírez Romaguera, especialista de Segundo Grado en Psiquiatría, del Hospital Luis Ramírez López de Guantánamo, indicó que hasta septiembre de 2023 se han notificado en la provincia 124 intentos suicidas.
Los datos provienen de un informe del Centro provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología de Guantánamo.
La mayoría de los casos son mujeres y 71 de ellas están en un rango de edad de entre 15 a 18 años, seguido de niñas de entre 10 a 14 años. En los casos masculinos, se reportan 53 intentos en grupos de edad de 19 a 24 años, seguido de 15 a 18 años.
La doctora insistió en que se trata de una "tragedia que afecta gravemente no solo a los individuos, sino también a las familias y a las comunidades".
En criterio de Ramírez, se está ante una conducta suicida "cuando una persona tiene algún grado de intención de acabar con su propia vida, lo planea, amenaza con hacerlo, se lesiona y puede tener un final lamentable".
El suicidio es la décima causa de muerte en Cuba y en Guantánamo. La especialista comentó que los fallecimientos disminuyeron respecto al año anterior en un 14,4%, pero aumentó el riesgo en los municipios Caimanera, Guantánamo y Niceto Pérez.
Ramírez considera que las causas que provocan que las conductas suicidas afloren pueden ser multifactoriales.
"Por enfermedades crónicas graves, siquiátricas como el trastorno bipolar; la esquizofrenia; las adicciones al alcohol y a otras sustancias", señaló. Sin embargo, cualquier persona, sin distinción de sexo, puede afectarse con depresión y manifestar una conducta suicida.
Alerta que en la adolescencia son más frecuentes los intentos de autolesión, porque ocurren cambios físicos, psíquicos y sociales que provocan en algunos individuos inseguridad y ansiedad.
"A veces se sienten incomprendidos, se frustran con facilidad, cambian la conducta, se tornan rebeldes, agresivos", dijo. "En la adolescencia es más recurrente, porque se abochornan con facilidad ante las burlas, no soportan el trato humillante u ofensivo".
Los ancianos son el otro grupo vulnerable. Muchos sufren las secuelas de enfermedades crónicas, incapacidad física, tristeza, soledad y problemas económicos que los empujan a la desesperación.
Ramírez cree que lo primero es sensibilizar a la población sobre el problema, identificar a las personas de mayor riesgo y ayudarlos a afrontar el estrés en el ámbito familiar y social. No se refiere a la responsabilidad crucial que tiene el estado cubano en la situación actual de tensión que viven miles de personas en el país.
La doctora pidió que los padres trabajen en "enseñar a los adolescentes a tener pensamiento crítico hacia las referencias que existen en la música o los medios de comunicación sobre las autolesiones" y que mantengan supervisión en el uso de Internet porque muchos han sido víctimas de acoso desde las redes sociales.
La situación de extrema pobreza que sufren muchos cubanos, los conflictos sociales agudos, la carencias de alimentos y la pérdida de las ilusiones y fe en un proyecto que de sentido a la vida, también añade leña al peligroso fuego de las conductas suicidas en Cuba.
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