El juicio contra la profesora cubana Alina Bárbara López comenzó este martes en Matanzas, horas después de que la académica denunciara acciones intimidatorias del régimen contra una parte de la ciudadanía y afirmara que la verdadera causa de tanta represión es "el miedo".
En una publicación en Facebook la intelectual señaló a los órganos de Seguridad del Estado, específicamente al General de Brigada del Ministerio del Interior Alejandro Castro Espín, director de Inteligencia y Contrainteligencia de los Servicios de Seguridad del Estado y Secretario de Defensa y Seguridad Nacional de la isla, como "máximos responsables de los atropellos e ilegalidades que se cometen diariamente en mi país contra una ciudadanía indefensa a la que impiden el ejercicio de sus derechos".
Explicó que el lunes la Seguridad del Estado hizo una redada masiva a lo largo del día durante la cual numerosas personas fueron citadas a estaciones de Policía, amenazadas y vigiladas en sus hogares para evitar que salieran.
Esto a pocas horas del inicio del juicio donde será juzgada por el presunto delito de “desobediencia” en Matanzas, luego de que en abril saliera con un cartel al parque central de esa ciudad para exigir la liberación del escritor y periodista Jorge Fernández Era.
Las medidas represivas del lunes incluyeron la incautación de carnets de identidad, utilizados como herramienta de chantaje para evitar que los ciudadanos salieran sin documentos, bajo amenaza de detención por estar "indocumentados".
Entre los amenazados "hay hombres y mujeres, jóvenes y menos jóvenes, universitarios y trabajadores, blancos y negros; católicos, masones, un ortodoxo y otros sin creencias religiosas; heterosexuales y representantes de la comunidad LGBTI; personas de ideas socialistas y de otras preferencias políticas, en fin... un microcosmos representativo de la ciudadanía cubana", detalló López.
Aclaró que "este atropello ha sido contra ciudadanos decentes que no han violado ley alguna", y que a todos les dijeron que la profesora, cuyo juicio inició este martes, "planifica un desorden público" y que el régimen "tienen el derecho de impedir que ocurra".
López dijo que desde el domingo las autoridades estaban instalando equipos en los postes de telefonía fuera del Tribunal Municipal de Matanzas donde se celebra el juicio, para cortar la conexión a internet y colocar cámaras de vigilancia.
"La verdadera causa de tanta represión y precauciones es el miedo", apuntó.
No obstante, afirmó que "nunca he convocado a nadie a manifestarse ni a crear desórdenes" y concluyó con un mensaje dirigido a los órganos represivos del estado: "A diferencia de ustedes, creo en la responsabilidad individual y ética de las personas. También creo que en Cuba vivimos un nuevo momento histórico y que una crisis no es tal hasta que los actores sociales no toman cuenta de ella. La cuestión que está en juego ahora no es "si hay" que cambiar, sino "cómo hacerlo", subrayó.
Entre las personas que estuvieron bajo cerco policial el lunes estuvo el joven escritor Raymar Aguado Hernández, quien dijo que también fue citado a un interrogatorio donde le advirtieron que estaba privado del "libre movimiento por ‘tiempo prolongado’".
Decenas de cubanos en redes sociales han manifestado su apoyo a López y aseguraron que están pendientes del juicio.
Asimismo, más de una treintena de intelectuales cubanos escribieron una carta al Comité Ejecutivo de LASA (Latin American Studies Association), denunciando los atropellos contra la activista, y exigiéndole a ese ente emitir una declaración pública sobre la permanente represión política en Cuba, explícita esta vez en la persecución de la historiadora y editora cubana López Hernández.
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