La XXXII Feria Internacional del Libro de La Habana, que inició el pasado jueves 15 de febrero, captó la atención de la youtuber cubana Rosy Wanderlust, quien visitó el Castillo del Morro, sede del evento, y dejó sus impresiones en su canal.
“El día de hoy los voy a llevar a la Feria del Libro, un evento anual aquí en Cuba y extremadamente caótico, porque para mí ya coger transporte para ir hasta allá, hasta el Morro, me parece terrible”, dijo la joven al tiempo que relataba los diferentes medios de transporte que debía tomar para llegar a su destino, siempre matizado por la crisis en el combustible que vive Cuba.
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La youtuber narró que estuvieron esperando demasiado tiempo porque pasara algún autobús, así que decidió tomar un taxi colectivo hasta La Habana Vieja y de ahí tomar otro úmnibus que la cruzara el túnel de La Habana. “¡Wao, qué paz, qué relajante!”, ironizó mientras contaba las peripecias.
Criticó que la Feria del Libro parecía el Carnaval de la comida, aunque en tiempos de escasez eso parece ser más una virtud que un hecho deplorable en el contexto cubano.
En las imágenes que mostraba la joven se visualizaban estantes vacíos, precios exorbitantes en útiles escolares y de oficina, que en otros lugares tendrían valores mucho menores, las acostumbradas colas, que son patrimonio del imaginario cubano, sobre todo en estos tipos de eventos que convocan a la masividad, pero sobre todo, llamaba la atención la falta de propuesta de libros.
Su conclusión de la visita a la Feria del Libro fue de desilusión. Lamentó haber pasado casi dos horas de viaje hasta el Morro, para solo estar en el recinto durante 40 minutos.
“Yo intenté que esto fuera un video instructivo, que tuviera muchas cosas bonitas, que fuera más dinámico, pero es que la vida se te va aquí en el transporte”, fue su despedida.
La Feria que tiene como país invitado de honor a Brasil, fue inaugurada el pasado jueves 15 de febrero con la presencia del gobernante cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez. En ese acto, el presidente del Instituto Cubano del Libro, Juan Rodríguez Cabrera, aseguró que se contaban con “tres millones de libros físicos y dos mil libros digitales”, una propuesta que al parecer no ha sido expuesta en los estantes del evento.
En un escenario donde mucho no ha cambiado para bien con respecto al año anterior y en el que el gobierno cubano tiene sumida a la isla en una grave crisis económica, las quejas de la pasada edición parecen recicladas en este evento.
En 2023, decenas de madres cubanas se quejaron en redes de los altos precios de la Feria del Libro de La Habana, y la compararon con Dubái, una de las ciudades más caras del mundo.
"Hola, paso por aquí a invitarlos a la Feria del Libro de Dubái, a llorar que se perdió el tete, buenas tardes", dijo una mujer en Facebook.
Otra agregó en otra publicación: "Mamis si van a la feria del libro prepárense, yo fui sola y gasté un montón. Imagínense con los niños, candela, agárrense de la brocha".
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