“Disfrazados de fotógrafos”, así describió el presidente de Argentina, Javier Milei, a presuntos “agentes infiltrados” de Cuba y Venezuela, que estarían socavando su autoridad en el país y promoviendo el descontento entre la población que produzca un levantamiento social.
En una entrevista reciente con el Financial Times (FT), el mandatario argentino descartó que su plan económico genere una sublevación de sus detractores, pero no suprimió la posibilidad de que “haya un acontecimiento con motivaciones políticas o infiltrados extranjeros”.
"Hay cero posibilidades de que se produzca un levantamiento social, a menos que haya un evento motivado desde la política o (uno que involucre) a infiltrados extranjeros", indicó este jueves Milei a FT.
En sus declaraciones, el político libertario y azote del socialismo en la región, mencionó la existencia de activistas venezolanos y cubanos que habrían participado en las protestas recientes camuflados como fotógrafos, y aseguró que “los gobiernos de izquierda trabajan juntos para intentar sabotear a los que no son como ellos”, según Infobae.
“Lamentablemente es así. Está comprobado”, señaló luego la ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina (MRECIC), Diana Elena Mondino, invitada a la tertulia del canal argentino Agarrá La Pala.
“Recuerda que en los disturbios que hubo en Chile hace dos años, también eran gente de otros países que tienen aparentemente un grado de preparación importante”, apuntó la canciller argentina.
Según Mondino, el objetivo de estos presuntos “agentes infiltrados” es “hacer lío”. Asimismo, señaló que podrían estar pagados por sectores interesados en derrocar al gobierno de Milei mediante una gran movilización social.
Estos supuestos agentes “tenían mayor libertad para entrar y salir de Argentina con el gobierno anterior y no tenían consecuencias sus actos”, destacó Mondino en el programa. “El premio por quitar a Javier debe ser muy grande”, sugirió la ministra de Milei.
En julio de 2022, el portal chileno El Líbero destacaba el regreso como comisario político de la embajada cubana en ese país del agente de la inteligencia cubana Armando Rosendo Guerra Funcasta, vinculado a acciones desestabilizadoras en América Latina y España.
Guerra Funcasta ya había estado en Chile entre octubre de 2018 y febrero de 2020, donde fue identificado como uno de los articuladores del estallido social de 2019, en tanto responsable de la inteligencia cubana en el país andino.
“En los meses de octubre y noviembre de 2019, cuando arreciaron los graves disturbios en las calles de Santiago de Chile y otras ciudades que pusieron contra las cuerdas al Gobierno de Sebastián Piñera, varios medios chilenos y disidentes cubanos lo señalaron como uno de los instigadores de esa revuelta”, reveló un reportaje del diario ABC en marzo de 2021, que destapó a Guerra como cabecilla de una red de espionaje en España.
Guerra Funcasta se graduó en 1994 del Instituto Superior de la Inteligencia Adriana Corcho. “Es un viejo oficial de la inteligencia cubana. Algo muy interesante es que ocupó posiciones de fachada en el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP)”, dijo en marzo de 2021 Enrique García, exoficial de la Dirección de Inteligencia (DI), en declaraciones al medio chileno.
Sin embargo, la supuesta presencia de “agentes infiltrados” cubanos en Argentina no ha sido probada por el Palacio de San Martín. A pesar de los evidentes vínculos del régimen cubano con los anteriores gobiernos peronistas, el MRECIC no aportó evidencia de esta presunta infiltración ni de sus actividades en contra del gobierno de Milei.
En octubre de 2019, la entonces Ministra de Seguridad de Argentina en el gobierno de Mauricio Macri, Patricia Bullrich -que repite ahora en el cargo con el ejecutivo de Milei- dijo en una entrevista de radio que no tenía información que constatara la presencia de infiltrados de Cuba y Venezuela en las protestas en Chile, donde murieron al menos 15 personas.
"Yo no tenía información de si había o no detenidos del SEBIN como estaba circulando en las redes. No la tengo, no tengo esa información", afirmó Bullrich ante la pregunta de si tenía noticias sobre infiltrados de Cuba y Venezuela en el conflicto chileno.
Sin embargo, a finales de diciembre y tras la llegada de Milei a la Casa Rosada, Bullrich señaló que su país investigaba la posible implicación de agentes cubanos y venezolanos en la organización de manifestaciones contra el gobierno argentino.
Aunque se negó a ofrecer datos específicos a la prensa local, la ministra cerró el comentario con una escueta frase: "Se está trabajando".
Sus declaraciones provocaron la airada respuesta de la cancillería del régimen cubano. A través del director general de América Latina y el Caribe en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Eugenio Martínez Enríquez, el régimen aseguró que no interfiere en los asuntos internos de Argentina.
"Hemos observado intentos calumniosos de asociar a Cuba con la supuesta agitación o preparación de actos vandálicos en la República de Argentina. Afirmo categóricamente que Cuba no promueve, ni participa, ni ejecuta, actos que constituyan injerencia en los asuntos internos de la Argentina", expresó Martínez.
El diplomático cubano insistió en que "la narrativa que busca responsables en Cuba de situaciones internas en Argentina, es un intento fallido de hallar causas donde no deben buscarse".
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