En medio de la grave escasez de alimentos en Cuba, el régimen trata de culpar a los ladrones de la falta de productos en las bodegas de La Habana.
El gobierno asegura que el año pasado los robos en las bodegas ocasionaron pérdidas por más de un millón de pesos a precio de costo.
Un reportaje emitido por la televisión revela que en este momento hay 18 personas imputadas, a las que les acusa de 20 hechos que afectaron la canasta básica de miles de usuarios.
La instructora penal Zamara Hernández dijo que en los robos participaron choferes de transportación pública como el ómnibus de la ruta A13 y gacelas, quienes se ocupaban del traslado de la mercancía.
Los productos -de los pocos que todavía se venden por la canasta básica- más robados son el arroz, los cigarros, el aceite, la leche y el café.
El reporte hace énfasis en la culpabilidad de los trabajadores del sector por no cumplir con las medidas de seguridad en sus locales, como la falta de rejas y candados en las puertas.
El teniente coronel Lázaro Borrell mencionó la ausencia de custodios, el abandono de la guardia así como vulnerabilidades para penetrar al interior de las bodegas como factores que propiciaron los robos.
Aunque ahora el gobierno muestra esta supuesta preocupación por las bodegas, su verdadero propósito es acabar con la venta subsidiada de alimentos, justo cuando el país sufre una grave inseguridad alimentaria.
A finales de diciembre, el exministro de Economía Alejandro Gil Fernández afirmó que la canasta básica "es una distorsión que tenemos que corregir", sin tomar en cuenta que es el único medio por el que gran parte de las familias accede a un mínimo de productos.
"El tema de la canasta familiar normada. Hay un estado de opinión de nuestra población de que estamos manteniendo el subsidio a todas las personas por igual. Sin embargo, no todas las personas tienen el mismo nivel ni la misma capacidad adquisitiva", dijo entonces.
Días antes, el gobierno anunció que dejará de subsidiar la canasta básica para de esa forma dejar de subvencionar productos y empezar a subvencionar a personas vulnerables. La medida viene justo cuando el país sufre una grave inseguridad alimentaria.
El primer ministro Manuel Marrero explicó que "subsidiar a las personas, no a los productos" creará un "sistema más justo y más eficiente", y que le encargarán al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social identificar a las personas según su nivel de vulnerabilidad y brindarles la ayuda correspondiente.
"No es justo que reciban lo mismo los que mucho tienen que los que muy poco tienen. Hoy nosotros le subsidiamos lo mismo a un ancianito pensionado que al dueño de grandes negocios privados que tiene mucho dinero", dijo el dirigente.
Marrero señaló que no se dejará a "nadie desamparado", obviando que actualmente el 88% de la población cubana vive en la pobreza extrema.
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (1)Archivado en: