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Los apagones arreciaron desde inicio de esta semana en la capital cubana, y este miércoles, zonas de al menos 11 municipios estuvieron sin corriente eléctrica durante cuatro horas “por déficit de capacidad de generación”, según un comunicado de la Empresa Eléctrica de La Habana.
En medio del recrudecimiento de la crisis energética, tras la parada de la termoeléctrica “Antonio Guiteras” de Matanzas, a finales de febrero y por espacio de 17 días, el gobierno comenzó esta semana a incrementar las interrupciones del servicio eléctrico en La Habana, la provincia menos perjudicada hasta el momento por los constantes y prolongados apagones que mantienen en permanente zozobra a la mayor parte de la población cubana.
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Hasta la semana anterior, la Empresa Eléctrica de La Habana solo anunciaba interrupciones del servicio por mantenimientos de las instalaciones eléctricas en determinadas zonas de la ciudad, entre las 8 a.m. y las 4 p.m.; pero a partir de este lunes empezó a programar apagones de cuatro horas cada día, en casi la totalidad de los municipios.
Según anunció este miércoles, debido a “las condiciones actuales del SEN (Sistema Electroenérgetico Nacional)” fue “necesario afectar el servicio por déficit de capacidad de generación en la capital. Hoy le corresponde al bloque No. 4, desde las 10:00 am hasta las 2.00 pm”.
La nota, publicada en Facebook apenas media hora antes del corte, tenía limitados los comentarios de los usuarios, práctica bastante habitual de las instituciones estatales cuando emiten notas anunciando medidas que puedan desatar críticas y protestas de la ciudadanía.
El lunes, otra publicación en Facebook de la empresa eléctrica habanera advertía que 40 circuitos de la ciudad, correspondientes al bloque No. 2, estarían apagados durante cuatro horas, desde las 10 a.m. hasta las 2 p.m., “debido al déficit de capacidades de generación, que se viene presentando en el país”. El corte incluía a zonas residenciales otrora “privilegiadas”, como varias áreas del exclusivo reparto Miramar.
Sin embargo, la entidad estatal hizo el “anuncio” a las 11:30 de la mañana, cuando ya el apagón era una realidad para miles de personas, hecho que fue muy criticado por usuarios en los comentarios del post. Según algunos testimonios, pasadas las 4 de la tarde, la empresa aún no había repuesto el servicio eléctrico en varias localidades de la ciudad; mientras que en otros, recién lo habían vuelto a interrumpir.
Este martes, la estatal anunció apagones de cuatro horas en zonas de los 15 municipios de la capital, correspondientes a varios circuitos del bloque No. 3.
Mientras, en las últimas semanas, en casi todo el país se están registrando apagones de más de 12 horas.
En la provincia de Holguín, la empresa eléctrica advirtió en un comunicado que, a causa de un déficit de generación “que puede llegar a ser superior a los 140 MW durante el pico nocturno”, este miércoles podrían estar “afectados algunos circuitos por un tiempo estimado superior a las 12 horas”.
La entidad alertó que “debido a la salida de servicio por rotura de la unidad 4 de la termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes, de Cienfuegos, se ha incrementado la ya difícil situación que veníamos atravesando con respecto al déficit”, citando el anuncio realizado este miércoles por la Unión Eléctrica (UNE) de Cuba.
A fines de febrero, el gobierno de Villa Clara había prometido no extender los apagones más de 12 horas al día en ese territorio, luego de la salida del SEN de la termoeléctrica Antonio Guiteras.
También detuvieron las operaciones de la termoeléctrica Nuevitas, en Camagüey, para realizar un “mantenimiento planificado” que durará hasta abril.
La UNE lleva varios días reportando déficits de generación superiores a los 1,000 MW en todo el país, principalmente en horario pico, lo que implica cortes del servicio por tiempos prolongados en casi todas las provincias.
Desde la semana anterior, la población cubana ha vuelto a verse perjudicada por un descomunal incremento de los apagones, y según testimonios, las personas pasan la mayor parte de cada día sin servicio eléctrico.
Mientras, el gobierno decidió poner en práctica el régimen de contingencia no. 1, que se centra en extremar las medidas de ahorro en los horarios de mayor consumo, conocidos como picos.
Están en vigor la prohibición del uso de los aires acondicionados administrativos en todos los horarios; apagarlo todo en los centros laborales durante las horas establecidas, menos los de producción continua; paralizar actividades laborales no esenciales y fomentar el teletrabajo o el trabajo a distancia.
También se indicó limitar el alumbrado en pasillos, escaleras y áreas comunes en los centros de trabajo; además de prohibir el uso de hornos eléctricos y el bombeo de agua en el sector estatal, durante el horario pico.
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