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Las autoridades de Ciego de Ávila han reportado un aumento de las enfermedades diarreicas agudas (EDA) que afecta sobre todo a la población infantil y dentro de ella, a los menores de un año.
De enero a marzo la provincia registra un incremento de casos en un 86% con respecto a igual etapa del año anterior.
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Un reportaje del periódico local Invasor recordó el brote diarreico ocurrido en septiembre pasado, cuando más de 1,000 pacientes tuvieron que ser atendidos con síntomas de diarreas y vómitos persistentes.
"Seis meses después, el territorio experimenta un alza en las atenciones hospitalarias por estas causas", precisa la publicación.
José Luis López González, subdirector del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología (CPHEM), reveló que en todos los municipios, excepto Chambas y Bolivia, han aumentado los casos de enfermedades diarreicas.
"La mayor incidencia está en los menores de 15 años, y dentro de ellos, los lactantes hasta un año de edad, lo que hace saltar las alarmas, por los riesgos de deshidratación en ese grupo de edades", precisó.
El especialista añadió que, no obstante ese incremento, Ciego de Ávila está en la denominada "zona de seguridad", aquella en la cual los casos han subido, pero dentro de los límites normales para la época del año.
"Por el comportamiento habitual de las enfermedades, se realiza el llamado canal endémico, donde se estudian los datos de varios años, y se hace un corredor endémico. De este modo, se establecen cuatro categorías: zona de éxito, cuando hay muchos menos casos de los esperados; de alarma, al aumentar el número de casos y vislumbrarse la posibilidad de llegar a ser una epidemia; zona de epidemia, cuando el número de casos rebasa lo esperado; y zona de seguridad, en la que estamos actualmente", detalló.
"A pesar de que epidemiológicamente hablando no estemos en una situación crítica, sí debemos preocuparnos y tomar medidas, sobre todo en el hogar", aclaró.
López González insistió en la necesidad de intensificar las medidas para higienizar adecuadamente los alimentos y hervir o incorporarle al agua hipoclorito de sodio al uno por ciento, ya que las causas de las EDA se relacionan mayormente con el parasitismo intestinal.
Los constantes apagones que afectan el bombeo de agua inciden también en la calidad del líquido que recibe la población.
"Cuando se detiene el bombeo y hay salideros o contaminación con aguas residuales, se produce una presión negativa y el fluido que está, que salió de la tubería, vuelve a entrar otra vez hasta que vuelva a arrancar la turbina y todo eso se arrastra y puede contaminar el agua potable", describió.
En septiembre pasado, las alarmas saltaron en Ciego de Ávila debido al brote diarreico con origen infeccioso que afectó sobre todo a los niños, causado por la proliferación de microvertederos y vectores y la mala calidad del agua de beber.
En una inspección realizada a la red de abastecimiento de agua se comprobó que de 12 puntos claves evaluados, ocho no cumplían con los parámetros exigidos, y otros 16 tenían problemas de roturas que obligaban al trasiego en pipa, con mayor riesgo de contaminación.
"Las diarreas pueden durar hasta 14 días o desaparecer y volver en un breve período de tiempo. Sabemos que muchas personas permanecen en casa, fuera del radar, lo cual dificulta tener la medida exacta de la situación", señaló Laidelys Alemán, jefa del programa de las EDA en la provincia.
También en varias localidades de Sancti Spíritus más de 200 personas, en su mayoría niños, fueron afectadas a finales de agosto por una epidemia de diarrea causada principalmente por la mala calidad del agua potable.
En la segunda semana del mes se reportaron 160 casos solo en el Hospital Pediátrico José Martí Pérez, y a la semana siguiente la cifra aumentó a más de 200.
En diciembre de 2022, las autoridades de Santiago de Cuba reforzaron los protocolos de vigilancia ante la alta incidencia de enfermedades diarreicas, con una media de 35 a 40 infectados diarios en el municipio cabecera.
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