El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha alcanzado su quinto mandato, en unas elecciones calificadas de “farsa” por varios medios internacionales.
Putin celebró este lunes su “victoria”, donde con el 25% escrutado, el mandatario se apunta ganador con el 88% de los votos escrutados, una cifra que se considera la mayor de las cuatro elecciones anteriores.
Los rivales de Putin han sido disminuidos en esta convocatoria y las voces disidentes reprimidas, sobre todo cuando hace un mes, su principal opositor Alekséi Navalni, falleció de manera misteriosa en una cárcel en las inmediaciones del círculo polar ártico.
Aun así, rusos opuestos al régimen de Putin se congregaron, al mediodía, ante los centros electorales el domingo, el último día de las elecciones, en una aparente respuesta a la convocatoria de la oposición de expresar su descontento con el presidente y la guerra en Ucrania, señala AP.
Precisamente, el conflicto bélico que Putin lleva adelante contra Ucrania, abre interrogantes en este nuevo período presidencial, porque muchos analistas consideran que el hombre, que lleva gobernando Rusia desde 1999, tanto de primer ministro como presidente, no le va a poner fin a una discordia que ha dejado más de 300,000 rusos fallecidos y el alistamiento de otros 300,000 en los últimos seis meses, según Le Figaro de París.
Kim Jong Un, líder norcoreano, y presidentes afines ideológicamente a Putin como de Honduras, Nicaragua y Venezuela felicitaron rapidamente a Putin por su victoria, al igual que los líderes de las antiguas naciones soviéticas de Tayikistán y Uzbekistán, en Asia central.
El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, uno de los más cercanos al dictador ruso, ha reaccionado a esta "farsa" electoral con un mensaje en la red social X.
El diario The Guardian de Londres afirmó que "esta burla de elecciones será recordada por la forma cínica y metódica en que Putin y sus compinches robaron el derecho del pueblo a elegir libremente al líder de Rusia”.
Por su parte, Le Figaro, describe que “Vladimir Putin se encuentra tan solo que el miedo de su pueblo tiene que competir con el placer de su poder. El poder aísla, pero el poder autoritario aprisiona. Encadenado al sistema totalitario que ha instaurado y a la guerra que ha lanzado, al intocable líder del Kremlin no le queda más remedio que huir hacia adelante. Con la esperanza de vencer a la misma fuerza que hizo a Alexei Navalny tan libre en su gulag siberiano”.
Con 71 años, el reelegido mandatario estará en el cargo, presumiblemente, hasta 2030. La vida u otra estrategia se encargarán de verificar la veracidad de sus políticas.
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