Estados Unidos reaccionó ante las acusaciones del gobierno de Cuba de estar detrás de las protestas que sacudieron a varias ciudades del país este 17 de marzo y se han extendido hasta este lunes.
“Permítanme ser claro al respecto: Estados Unidos no está detrás de las protestas en Cuba y esa acusación es absurda”, fue la declaración enfática hecha por Vedant Patel, portavoz adjunto principal del Departamento de Estado, en una conferencia de prensa celebrada en esa institución gubernamental.
El funcionario estadounidense aseguró estar al pendiente de los informes sobre las manifestaciones espontáneas que suceden en la isla desde este domingo en la tarde.
“Las protestas de ayer en varias ciudades de Cuba reclamaban electricidad, alimentos y libertades fundamentales. Creo que lo que estamos viendo es reflejo de la grave situación en la isla. Instamos al gobierno cubano a abstenerse de la violencia y de las detenciones injustas, y pedimos a las autoridades que respeten el derecho de los ciudadanos cubanos a reunirse pacíficamente”, pidió Patel.
Su mensaje llega después de que el gobierno de La Habana acusara a Washington de estar en complicidad con los manifestantes que pacíficamente han salido a reclamar el derecho a una vida digna.
En medio de las manifestaciones en Santiago de Cuba y con la primera secretaria del Partido Comunista de Cuba (PCC) en ese territorio, Beatriz Johnson Urrutia, desbordada por la multitud que le gritaba “no más muela”, el designado gobernante Miguel Díaz-Canel dijo en su cuenta de la red social X que supuestos terroristas radicados en EE.UU. son los que incentivan las protestas.
La Embajada de EE.UU. en la isla pidió la víspera que se respetara el derecho del pueblo cubano a expresarse y que las tropas represoras del gobierno de Díaz-Canel respetaran los derechos humanos de los manifestantes.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX) llamó a consultas este lunes al encargado de negocios de Estados Unidos, Benjamin Ziff, para quejarse por las recientes protestas que han ocurrido en Santiago de Cuba, como epicentro, y en otras ciudades del país.
En un comunicado publicado en su sitio web, la cancillería dijo haber llamado la atención sobre la “responsabilidad directa del gobierno de los Estados Unidos ante la difícil situación económica por la que atraviesa Cuba en estos momentos y, en específico, ante las carencias y dificultades que enfrenta la población de manera cotidiana, con la depresión e insuficiencia de abastecimientos y servicios esenciales, bajo el peso e impacto del bloqueo económico diseñado para destruir la capacidad económica del país”.
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