Médicos cubanos salvaron la vida de una recién nacida de Sancti Spíritus que vino al mundo con el duodeno sellado.
La pequeña Asly Abril Alcuria nació el pasado 24 de enero y a los dos días fue operada con éxito en el Hospital Provincial General Camilo Cienfuegos.
La menor sufría atresia duodenal, una malformación congénita en la que el duodeno acaba en un saco sin continuidad con el resto del intestino, y que requiere corrección quirúrgica en las primeras horas o días de vida.
El doctor Manuel López Fuentes, especialista de primer grado en Neonatología de la institución de salud, explicó al semanario Escambray que la enfermedad fue diagnosticada a las 22 semanas de gestación de la madre.
"Se le diagnosticó a través del ultrasonido de control una malformación congénita duodenal, que se fue valorando en la medida que avanzó el embarazo. El parto ocurrió de forma prematura el 24 de enero pasado, y nació una niña con 35.5 semanas y un peso de 2316 gramos, es decir, pretérmino y bajo peso", detalló.
"Se recibió en el servicio, se evaluó y se confirmó la atresia duodenal. El 26 de enero fue operada; se lograron liberar las asas compactadas en un pequeño bulto. No hubo que sesionar ningún pedazo del intestino y la cirugía resultó exitosa", recalcó.
La atresia duodenal puede ocasionar una obstrucción intestinal y en casos más graves complicaciones o incluso la muerte.
La recuperación de Asly Abril fue muy lenta, al punto que con más de 40 días de nacida, pesaba solo 2,100 gramos.
Los médicos acordaron colocarla a ella y a su mamá en el cubículo "piel a piel o mamá canguro", donde la bebé estaba en contacto directo con su mamá.
Ese método ayuda a una recuperación nutricional rápida, no solo porque la niña se alimenta a libre demanda, sino porque los latidos cardíacos y los movimientos de la madre estimulan y el contacto piel con piel la protege contra infecciones.
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