El bebé cubano Jesús Alejandro Rodríguez Espinosa, intervenido quirúrgicamente con solo seis horas de vida por nacer con una malformación congénita en el cerebro, ya recibió el alta médica en Villa Clara.
El pequeño se enfrentó a una de las pruebas más duras, una intervención quirúrgica de emergencia por una malformación congénita cerebral conocida como encefalocele. El éxito de la cirugía le ha permitido recibir el alta médica este miércoles y ya puede estar con su familia en casa.
El equipo de neonatología del Hospital Pediátrico José Luis Miranda, en Santa Clara, liderado por el Dr. Ángel Camacho Gómez, especialista en neurocirugía pediátrica, junto a un grupo multidisciplinario, logró rectificar esta anomalía que amenazaba la vida del bebé.
La Dra. Daily Pérez Guillén, responsable de la unidad de Neonatología, dijo al medio oficialista Vanguardia que el bebé tuvo una recuperación destacable.
"Abandonó el estado crítico a los tres días de la operación, y evidenciaba una evolución favorable", comentó la doctora.
La intervención quirúrgica necesitó de extrema precisión, dado el delicado lugar donde se encontraba la malformación, próxima a áreas cerebrales vitales. Esta anomalía detectada podía desatar consecuencias devastadoras, como infecciones en el sistema nervioso central o hemorragias incontrolables.
Con un peso de 3,560 gramos y alimentándose exclusivamente de lactancia materna, Jesús Alejandro continuará siendo atendido por especialistas en Neurocirugía. Los médicos mantendrán la observación hasta su primer cumpleaños.
Esta historia resalta el compromiso y la destreza de los profesionales de salud cubanos, a pesar de que se desempeñan en un contexto de extrema precariedad, con carencia de insumos y de material quirúrgico en los hospitales, así como problemas en los equipos tecnológicos imprescindibles para dar un servicio de excelencia.
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