Camila Reyes García, una niña de nueve años de Sumidero, en la provincia de Pinar del Río, nació con una enfermedad que le causa gran sufrimiento y le impide tener una vida normal, lo que motivó que su familia pidiera ayuda para que sea tratada fuera de Cuba.
La pequeña está afectada por el síndrome de Klippel-Trenaunay, una enfermedad que le provoca, entre otros síntomas, crecimiento excesivo de huesos y tejidos blandos, venas varicosas, hemangiomas planos y otros problemas vasculares.
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Su familia, desesperada por el sufrimiento de la niña, busca ayuda para que sea tratada en otro país porque en Cuba los médicos le han reiterado que no pueden hacer nada, explicó Claudio Carlos Aliaga Escalona en Facebook.
La pequeña sufre de un dolor insoportable y llora con frecuencia a causa de él, además no puede estar acostada o sentada durante mucho tiempo y tiene que cambiar de posición constantemente, refiere la publicación.
“Con tan solo 9 añitos, Camila ha tenido que dejar de ir a la escuela porque le duele mucho sostenerse sobre sus pies debido a la inflamación de los mismos”, explicó la persona que hizo la alerta del caso a la vez que añadió que la niña está obligada a consumir gran cantidad de analgésicos y antiinflamatorios.
“Pedimos ayuda para que la pequeña pueda recibir una visa humanitaria a un país con recursos médicos más avanzados, donde tenga la oportunidad de ser operada y sanada de este padecimiento que troncha completamente su infancia y la armonía de su hogar”, recalcó el autor de la publicación.
A la redacción de CiberCuba llegó un video donde la madre de la niña, Marisa García Rodríguez, explicó que su hija ha recibido atención médica, primero en Pinar del Río, luego en La Habana.
La señora contó que en la capital la niña es atendida por una angióloga que le explicó que este caso no puede ser operado por tener las venas atrofiadas.
Relató que la pequeña nació con un angioma venoso que se ha ido desarrollando al pasar de los años, y que vive con dolor perenne.
“Se le alivia cuando le doy medicamento, pero a las tres horas vuelve el dolor”, explicó.
Contó que la niña tuvo que dejar de ir a la escuela a causa de un golpe que recibió en una pierna, el que afectó un tendón.
La actual crisis económica que afecta el país, unido a la incapacidad del régimen de satisfacer las necesidades, obliga a que las personas solucionen sus problemas médicos en otras naciones o mediante recolectas de dinero o insumos médicos.
En marzo último, Eidys Pérez Barrera, una cubana de 32 años y madre de dos niños pequeños, pidió ayuda para salvar su vida debido a la escasez de medicamentos en Cuba.
La joven, afectada por un tipo de cáncer linfático, acudió a la solidaridad de las personas para poder tratar su enfermedad en otro país.
El caso de dos niños cubanos con graves quemaduras tras un trágico accidente en Quivicán, en la provincia de Mayabeque, motivó que las personas ayudaran con medicamentos y alimentos.
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