Como sucede cada cuatro años, el sitio arqueológico de Olimpia, donde se celebraban los Juegos en la antigüedad, se volvió a vestir de gala para la ceremonia de encendido de la antorcha olímpica, a poco más de 100 días del inicio de los Juegos Olímpicos París 2024, el próximo viernes 26 de julio.
La ceremonia de este año tuvo una particularidad, al no poderse emplear el tradicional espejo cóncavo que desvía los rayos del sol hacia la antorcha, debido a que este martes, la capital griega amaneció nublada.
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La actriz griega Mary Mina, ejerció de Gran Sacerdotisa de Olimpia y fue la encargada de encender el fuego mediante una llama de reserva conservada desde el ensayo general del lunes.
La antorcha y una rama de olivo fueron entregadas al primer relevista, el medallista de oro olímpico en scull individual, durante la edición pasada de Tokio 2020, el griego Stefanos Ntouskos.
Después de recibir la llama, Ntouskos la llevó hasta el monumento a Pierre de Coubertin, que alberga el corazón del padre del movimiento olímpico moderno.
Ntouskos pasó la antorcha a la tres veces medallista olímpica de natación francesa Laure Manaudou.
La tercera portadora de la llama olímpica fue el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, quien la recibió de manos de Manaudou.
Durante 11 días se llevará a cabo este ritual por toda Grecia, en el que más de 550 portadores de la antorcha llevarán la llama, siendo el destino final el Estadio Panatenaico para la ceremonia de entrega a los franceses, la cual sucederá el viernes 26 de abril, en un evento que comenzará a las 6:30 p.m.
De ahí, la llama será trasladada a la embajada de Francia en Atenas, donde pasará la noche y al siguiente día abordará el famoso barco de tres mástiles llamado Belem (que botó por primera vez en 1896) para dirigirse a Marsella, Francia, donde llegará el 8 de mayo.
La ceremonia de encendido estuvo marcada por mensajes de esperanza en un contexto internacional de tensión.
"En la antigüedad, los Juegos Olímpicos reunían a las ciudades-estado griegas, incluso – y especialmente – en tiempos de guerras y conflictos. Hoy en día, los Juegos Olímpicos son el único evento que reúne al mundo entero en una competencia pacífica. Los atletas olímpicos envían este poderoso mensaje: sí, es posible competir ferozmente entre sí y al mismo tiempo vivir juntos en paz bajo un mismo techo. Los atletas brillarán en su deporte y nos mostrarán de qué grandeza son capaces los humanos con su excelencia, determinación y resiliencia”, dijo Thomas Bach, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI).
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