El cura cubano Lester Zayas ha asegurado que sabe que la procesión de Semana Santa de su iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en el Vedado (La Habana), fue suspendida porque a algunas personas del Gobierno de Cuba les molesta que él aborde la situación del país en sus misas. "Consideran peligrosas mis homilías", dijo en declaraciones a la BBC.
A sus 45 años, el padre Lester Zayas ve "absurdo" que le hayan prohibido sacar la procesión del Santo Entierro (Viernes Santo) que la comunidad católica del Vedado venía haciendo durante 11 años, pese a que había solicitado el permiso correspondiente. Ya en ese momento, el párroco explicó que la cancelación se debía a que no gustaban sus homilías.
Por eso, en un escrito en Facebook, el cura consideró que negar la salida de la procesión porque el sacerdote no gusta al régimen es un castigo colectivo a los creyentes de su parroquia, en un país donde la libertad religiosa está garantizada en la Constitución.
Ante los comentarios que sus superiores le hicieron llegar sobre el temor que suscitan sus homilías, el padre Lester Zayas aclaró que jamás ha querido hacer política desde el púlpito.
En este sentido declaró que nunca había hecho uso del espacio religioso para llamar a una acción “que no sea la piedad”, por lo que confesó no comprender “los temores que pudieran haber llevado a la negativa de la procesión. Como sacerdote y hombre adulto conocedor de las leyes y de la actual Constitución de la República sé qué me es permitido y qué no”, escribió.
En la entrevista concedida a la cadena pública británica, el párroco aseguró además que él podría limitarse a hablar de la Biblia en sus misas, pero "el Evangelio y Jesucristo nos llevan directamente a la Tierra, a entrar en contacto con la gente", señaló.
En su opinión, es muy difícil ser sacerdote y obviar la situación que vive el pueblo de Cuba.
Especial resonancia tuvo al misa que dio con motivo del día de la Caridad del Cobre, cuando se preguntó qué se ha hecho mal para que este año haya 250.000 voces menos en el país, en alusión a la espantada migratoria.
El sacerdote se preguntó “qué hemos hecho mal para que los aviones que salen para Nicaragua salgan marcados todos con una misma característica, es un viaje solo de ida, lo dicen las mochilas de los que viajan”.
También tuvo mucha repercusión una misa que dio en Navidad, cuando se preguntó qué debía decir a un pueblo que vive en la oscuridad y la desesperanza. Acto seguido, aclaró que él no es "un cura político" y que tales pretensiones están lejos de sus intereses, pero no podía evitar tocar temas duros de la realidad cubana en su homilía, porque es en lo real donde se encuentra a Dios.
También en Camagüey
Algo similar le ha ocurrido en Esmeralda, Camagüey, al padre Alberto Reyes, que suspendió la procesión de San José, el pasado 19 de marzo, patrono de su parroquia, porque el Gobierno no le aprobó el itinerario que había propuesto y, en su opinión, eso es un ataque a la libertad religiosa en la Isla.
"Hemos decidido que no habrá procesión porque sería un modo de decir 'no pasa nada', y no es verdad. La libertad religiosa es un derecho, no es un favor, no es algo que 'nos conceden benignamente' y que tendríamos que agradecer", señaló el párroco Alberto Reyes en su muro de Facebook.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: