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Este lunes falleció en Santiago de Cuba Milaán Michel Navarro Reinoso, un niño aquejado de atresia de las vías biliares y cirrosis hepática que esperó durante meses por un trasplante de hígado en la isla.
La triste noticia fue dada a conocer en redes sociales por el periodista Yosmany Mayeta, quien precisó que el menor habría cumplido el próximo 30 de mayo dos años de vida.
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En una publicación previa el comunicador ya había informado que el niño se encontraba ingresado en estado crítico y con pronóstico “bien reservado” en el Hospital Infantil Sur, más conocido como “La Colonia”.
Mayeta Labrada precisó, citando el testimonio del padre del niño Milaán Michel estaba ingresado hace 12 días pero que en las últimas 72 horas había sido trasladado a cuidados intensivos por un sangrado.
La fuente detalló que además de una atresia de las vías biliares y de tener cirrosis hepática el menor había presentado una Encefalopatía Hepatoamoniacal.
Fue en noviembre del pasado año que Diasniurka Salcedo Verdecia dio a conocer el caso del pequeño Milaán.
Según reveló entonces la activista, a la madre del menor le habían dicho que en Cuba no contaban con lo necesario para hacer la intervención quirúrgica, sumándose así a un dramático listado de niños en una situación similar.
Tras el anuncio este lunes de la muerte de Milaán Michel Navarro Reinosa, ciento de cubanos han expresado tristeza y consternación por una mala noticia que no es la primera de su tipo en los últimos días.
A finales de abril se dio a conocer la muerte de la niña cubana Ashley Manuela Echaide Mesa, cuya familia protagonizó una ardua lucha con las autoridades cubanas para conseguir una visa humanitaria que le permitiera acceder a un trasplante de hígado.
Tras conseguir ser trasplantada en México, Ashley Manuela Echaide Mesa falleció el 21 de abril en territorio mexicano.
En ese caso Yanirys Mesa, madre de la pequeña, había arremetido en enero contra el Ministerio de Salud Pública por haberle prometido llevar a la menor a España a operarla, algo que hasta ese momento no había ocurrido.
Otros casos similares también han tenido un desenlace fatal, como el de Cristian Miguel Bencomo, quien murió con apenas tres años de edad en agosto del pasado año pasado, mientras se encontraba en espera de un trasplante de hígado en Cuba.
En el bando de la esperanza persiste la ilusión por la recuperación de la niña Amanda Lemus, que fue sometida a un trasplante de hígado en España en marzo gracias a la lucha de sus padres y también la activa intervención de la sociedad civil cubana en ese el caso.
La campaña por la salud de Amanda tomó un nuevo impulso luego de que la mamá de la pequeña le pidiera perdón a su hija en una emotiva publicación en Facebook por no poder ofrecerle los cuidados y tratamientos médicos que necesitaba.
Sus palabras movilizaron de inmediato a miles de cubanos, dentro y fuera de la isla, que ofrecieron soporte económico y emocional a la familia. El 10 de febrero la campaña en la plataforma de recaudación GoFundMe por la salud de Amanda superó la meta marcada de 20,000 dólares lo que facilitó la concreción del viaje.
Desde hace varios años en Cuba dejaron de hacerse trasplantes a consecuencia de la escasez de medicamentos e insumos médicos en la isla.
La isla vive, además, una estampida de profesionales de la salud que emigran tanto a otros países como a otros sectores en Cuba porque no cuentan con las condiciones mínimas para brindar un servicio digno.
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