Hanser López, un joven tatuador y artista cubano residente en Houston, Estados Unidos, ha generado una amplia discusión en las redes sociales con su obra más reciente, un retrato que fusiona las figuras de Fidel Castro y Adolfo Hitler.
"Fitler" es una pintura que ha provocado reacciones que van desde la admiración artística, hasta la indignación por la elección de los personajes históricos.
Hanser, de 29 años, es conocido por sus controvertidas obras que a menudo tocan temas políticos y sociales. Su situación migratoria en Estados Unidos es complicada, por ser un emigrante cubano con un caso de I-220B. Enfrenta una orden de deportación bajo supervisión por su ingreso ilegal al país en dos ocasiones.
A pesar de estas adversidades, el artista continúa usando su arte como una plataforma para expresar su visión del mundo y provocar diálogo.
"Fitler", muestra las caras de Castro y Hitler fusionadas en una sola imagen. Es una referencia a cómo rostros de la autoridad, la represión y el control absoluto, pueden reflejar una misma idea, en tiempos y contextos distintos.
La intención del artista no es glorificar a estos personajes, sino provocar una reflexión sobre cómo la historia y la política pueden ser interpretadas y recordadas a través del arte.
Esta pieza podría ser parte de una exposición más amplia dedicada al tema de la migración y a cuestiones relevantes para los inmigrantes, que Hanser planea estrenar pronto en Estados Unidos.
Hace pocos meses el joven tatuador presentó otra obra que generó mucho debate en redes sociales. Se trata de "El poder del pincel", una pintura donde contrapone a dos figuras de la política estadounidense, Donald Trump y Joe Biden quienes este año vuelven a enfrentarse en campaña por la presidencia.
"Todos somos regidos por leyes, pero la persona que tenga el privilegio de hacer una obra sobre un lienzo puede ser el presidente de su propio arte... El único objetivo es dejar un motivo de polémica en el que cada cual le otorgue una interpretación", dijo el artista.
Este pensamiento refleja la esencia del arte como un espacio de libertad absoluta, donde el creador se convierte en la máxima autoridad de su obra. Es también una vía para expandir su voz y luchar por permanecer en Estados Unidos. Mientras espera que la calma llegue a su vida, su obra continúa atrayendo atención internacional.
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