Un cubano que en febrero se quejó de tener que trabajar fregando calderos en Estados Unidos y aseguraba que en Cuba "lo tenía todo", regresó finalmente a su país.
El joven, llamado Yandri, envió un mensaje a CiberCuba con fotos tomadas en el aeropuerto de La Habana anunciando que estaba de vuelta en la Isla.
"¿Recuerda el joven cubano que hace aproximadamente un mes salió fregando plato y quejándose que Cuba era mejor que Estados Unidos para él? Bueno, es para informarle que regresé a Cuba", reveló.
Yandri, de 25 años, llegó en enero por la frontera con México y fue liberado con una I-220A (Orden de Libertad Bajo Palabra). Se radicó en Tampa.
Hace unos tres meses, relató a esta redacción su desilusión sobre su experiencia en Estados Unidos.
Entonces afirmó que la vida allí no es como la pintan, pues además de que los trabajos disponibles son pésimos y es difícil conseguir un buen empleo sin ayuda, no hay tiempo para hacer vida social.
"Un tipo que lo tenía todo en Cuba, un tipo que en Cuba vendió su carro y vendió sus prendas para venir al yuma a dar pedal y fregar caldero. La gente dice que coronaste. ¿Qué fue lo que coroné? Esta es la corona", dijo, mostrando una bandeja llena de detergente.
"Fregar caldero desde las 4:00 de la tarde. No se dejen engañar más por los manipuladores. Ustedes saben desde cuándo no me doy un trago de ron, ahorita vi una botella de miel y me emocioné pensando que era ron, me volví loco de la asfixia que tengo aquí", expresó.
Yandri pidió a sus compatriotas que no dejaran que nadie les hiciera un cuento, ya que al llegar a Estados Unidos, "desde el principio nadie te da la luz de nada, eres uno más".
Detalló que en Cuba estaba siempre metido en todos los bares de La Habana, en los conciertos del Taiger, "mujeres ni hablar", y sin embargo en Estados Unidos, después de su trabajo, debía recorrer cinco kilómetros en bicicleta para llegar a su casa.
"Y mañana lo mismo, sin vida social, sin nada de nada. En Cuba lo tenía todo y nadie se metía conmigo", afirmó el joven, quien no aclaró cómo podía darse esa supuesta vida de lujos en un país cada vez más empobrecido y caro.
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