Los animales del Parque Zoológico Bartolomé Masó, en Manzanillo, provincia Granma, son víctimas de la falta de alimentos y muestran un crítico estado de desnutrición y debilidad extremas.
Un reportaje del diario independiente 14ymedio reveló las calamitosas condiciones en las que se encuentran los leones, iguanas, monos y otros animales del zoo, víctimas de la escasez de los alimentos idóneos para sus respectivas dietas, debido a la aguda crisis económica que atraviesa Cuba, que impacta con mayor fuerza en la alimentación, tanto de la ciudadanía como de los animales.
Gerardo y Karen, los dos leones del parque, llevan la peor parte, pues su dieta debería contener “unos 10 kilos diarios de carne, huesos, vísceras, pescado, pollo y ‘desperdicios cárnicos’”, según explicaron sus cuidadores al sitio digital.
Sin embargo, esa dieta que ya era difícil de mantener desde hace años, resulta “imposible ahora”, y las consecuencias se aprecian a simple vista, pues los felinos perdieron una cantidad considerable de peso, y “desnutridos y sin energía, se pasan el día acurrucados en un rincón de su hábitat”.
El mayor de los leones, Gerardo, tiene nueve años, fue llevado allí desde Kenia y es el padre de Karen, también macho, que nació en Cuba en 2019, luego de una cesárea a la madre, que murió poco después. El cachorro creció sin dificultades.
En 2023, los directivos del zoológico presumían de que era más alto y pesado que su padre. 14ymedio cita un trabajo periodístico de la emisora local Radio Granma, el año pasado, que publicó fotos en las que Karen exhibía una melena rojiza y “no se le marcaban, como ahora, las costillas”.
Pero la realidad es otra en la actualidad. Según el diario digital, “el padre está en una condición más crítica. Se le nota el esqueleto por debajo del pelaje, que ha perdido color”, mientras que Karen “prefiere quedarse en su celda, también protegiéndose del sol”, donde “se arrincona contra los barrotes”.
“No están comiendo igual”, dijo a 14ymedio un veterinario cercano a la administración del zoológico, identificado como Enrique, quien advirtió que “el horario de alimentación de los leones es casi un secreto militar. Los cuidadores tienen indicaciones precisas para no divulgar nada sobre la alimentación de los dos leones”.
El citado reportaje de Radio Granma reveló, un año atrás, que en las neveras del recinto se conservaban colgados en ganchos “los esqueletos de res que el Estado destinaba a ambos felinos”.
La directora del parque, Caridad Jorge, afirmó entonces que, debido a la imposibilidad de disponer a diario de toda la proteína necesaria para la dieta de los felinos, viajaban a otras localidades de la provincia para poder garantizarla.
Preocupado por las consecuencias de que no se les suministra a los leones una dieta idónea, “rica en proteínas y grasas”, Enrique alertó que “la desnutrición tendrá resultados más graves y acabará con la muerte” de ambos.
Pero Gerardo y Karen no son los únicos animales que sufren la carencia de recursos vitales para mantenerlos.
El panorama descrito por 14ymedio es desolador: “Las iguanas, sin distinguirse apenas de los pedruscos que ‘decoran’ su foso, también tratan de escapar del inclemente sol del oriente cubano. Tienen la piel reseca y esquivan el estanque, turbio y lleno de hojarasca. Quedan muy pocas palomas, todas enjauladas. El mono mocho –introducido en Cuba en los años 80 y que se caracteriza por su cara roja–, tiene el hocico de un rosado poco saludable y baja la cabeza”.
Sebastián, trabajador del parque desde hace años, aseguró: “Aquí no hay dinero para comprar el alimento de todos los animales. La Empresa Cárnica no puede dar suficiente carne para los leones, por eso están tan flacos”.
Según su testimonio, al zoológico llega esporádicamente un cargamento de huesos, proveniente de la entidad estatal. “Solo podemos darles dos comidas diarias y a veces solo alcanza para una”, afirmó.
El trabajador dijo que hace unos meses los leones llegaron a estar peor que ahora; en su opinión, ambos animales “están mejorando”, pese a la escuálida estampa que muestran, con las costillas a flor de piel.
Los problemas del zoológico de la ciudad de Manzanillo no son exclusivos de allí. Las pésimas condiciones en las que sobreviven los animales en otros parques del mismo tipo en Cuba han disparado las alarmas de los activistas de protección animal y la ciudadanía.
No es de extrañar entonces que algunos animales escapen de los zoológicos en busca de comida, como ocurrió con un mono del zoológico de Caibarién, en Villa Clara, el lunes anterior. El mico fue capturado finalmente, aunque no antes de que lograra atenuar su hambre con viandas que robó en casas de un reparto de la ciudad.
Denuncias ciudadanas revelaron en febrero pasado el estado de depauperación de los animales en el zoo de Sancti Spíritus, donde incluso sufren la falta de agua.
Un youtuber denunció, a mediados de 2023, la escasez de agua y alimentos, y el maltrato que sufren los animales en el zoológico de 26, en La Habana.
En junio pasado, 10 animales murieron en el parque zoológico de Camagüey, tras las intensas lluvias que inundaron la ciudad.
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