José Manuel Suárez Villalobos, un médico cirujano con 28 años de servicio en la salud pública cubana y residente en Camagüey, denunció que el régimen le impide salir del país para reunirse con su familia.
“¿Hasta cuándo tengo que sufrir el castigo de haberme hecho médico especialista?”, dijo con indignación el galeno, expresando el sentir de muchos colegas a quienes el régimen mantiene trabajando en condiciones precarias y sin posibilidad de salir de la isla, publicó el periodista Javier Díaz este martes en Facebook.
El galeno, que se graduó en la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey en 1996, acudió a Díaz en un gesto de desespero para que el mundo conozca la violación de sus libertades, incluyendo el derecho de entrar y salir libremente de su país natal.
Suárez relató que trabajó en tres misiones internacionalistas por un salario de 20 USD al mes, y en ocasiones menos, ya que en Venezuela ganaba 225 CUC mensuales, lo cual apenas cubría sus necesidades básicas.
“Por lo que creo he contribuido al país y si aún debo algo no debe ser motivo de tan injusto castigo”, apuntó el especialista quien se encuentra atrapado en la isla, viendo a sus seres queridos, incluyendo hijos y nietos, solo a través de la pantalla de un teléfono.
El galeno denunció que en varias ocasiones ha solicitado ser liberado de “las regulaciones o restricciones que me impiden tener un pasaporte y viajar como cualquier ciudadano cubano y me ha sido negado a pesar de no ser imprescindible en mi hospital ni municipio donde vivo”.
Sin embargo, el régimen ha ignorado todas sus demandas y, en cambio, mantiene la prohibición de que viaje fuera de la isla.
Por último, Suárez exigió justicia y libertad, solicitando que la comunidad internacional, las organizaciones de derechos humanos y la ONU conozcan su caso y tomen cartas en el asunto.
En 2022, cuando más de 12 mil médicos abandonaron el sistema de Salud Pública de Cuba, el régimen intensificó el control sobre estos profesionales, a menudo enviados a otros países mediante las llamadas misiones o colaboraciones, que no son más que un sistema de esclavitud moderno.
En ese momento las cifras divulgadas por la Oficina Nacional de Estadística e Información para los sectores de Salud Pública y Asistencia Social alertaron que el decrecimiento de personal ha sido generalizado en el área de Salud y ha aumentado la cantidad de habitantes que ahora corresponden a cada médico.
Al cierre de 2022 en la isla se contabilizaron 94,066 galenos, mientras que en 2021 había 106,131, unos 12,065 menos.
Esa situación motivó que en 2023, el gobierno cubano decidiera restringir aún más los viajes al extranjero de especialistas médicos, estomatólogos, técnicos sanitarios y licenciados en Enfermería.
La decisión fue adelantada por el director de Capital Humano del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), Marcos del Risco del Río, en una videoconferencia en la que pidió "discreción".
Sin embargo, posteriormente el MINSAP aclaró que "no existe regulación migratoria para los médicos especialistas en Medicina General Integral, ni médicos recién graduados"; una postura que corresponde con su afán de alquilar a países extranjeros el mayor número posible de especialistas.
Los estomatólogos y enfermeros también escapan de ese férreo control.
No obstante, son constantes las denuncias de los médicos cubanos especialistas, quienes acuden a las oficinas del carnet de identidad a sacar sus pasaportes y son notificados que no pueden hacerlo por estar “regulados”.
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