La Diosa y Yulién Oviedo se han visto las caras por primera vez después de la polémica que tuvieron hace unos meses. Fue en el show de Adrián Fernández cuando apareció el cantante cubano mientras estaban entrevistando a La Diosa, provocando un momento de tensión en el plató.
"Me tomé el atrevimiento de invitar a alguien aquí hoy. Yo estoy más nervioso que cualquier otra persona aquí en el estudio", dijo Adrián Fernández, para sorpresa de La Diosa, que tras ver a Yulién Oviedo en el estudio le dijo molesta al conductor: "Tú tenías que haber hablado conmigo".
Acto seguido, la artista salió del plató mientras se formaba el alboroto interviniendo también Rey El Mago. Un momento de tensión que acabó con todos salieron fuera de cámaras para hablar en privado.
Después de varios minutos regresaron con los ánimos más tranquilos y hasta Yulién Oviedo bromeó con la idea de cantar "El Yaris", la tiradera que le dedicó La Diosa, durante el próximo concierto de la cantante en el Flamingo.
Aunque por ahora se desconoce lo que pasó detrás de cámaras, es evidente que los cantantes cubanos llegaron a un entendimiento común y Yulién aprovechó para pedirle disculpas públicamente a la cantante de "Por debajo del agua".
"Estamos en presencia de una madre, una mujer, y ella es amiga mía de hace más de 15 años. Entonces yo quiero pedirle disculpas a La Diosa, yo no debí haberte dicho eso. Siempre nos hemos tenido respeto y apoyado, no digo ahora, digo hace años. Uno hace las cosas y luego no le ve sentido. El detonante fue el audio con Lenier", dijo Yulién sobre su problema con La Diosa.
Por su parte, La Diosa le reprochó que no le llamase para pedirle explicaciones y solucionarlo en el momento, ya que niega que esos audios fuesen reales. Yulién le dio la razón a La Diosa y borró en directo la tiradera que le dedicó, zanjando así su problema con ella.
El enfrentamiento entre La Diosa y Yulién Oviedo se produjo por unos despectivos comentarios sobre su figura y sus hijos en una publicación sobre ella en el Facebook de CiberCuba. Unos mensajes ante los que La Diosa no se quedó callada aumentando la tensión entre ellos hasta el punto de dedicarse tiraderas.
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