Un joven se lanzó en las últimas horas desde la azotea de su casa en el barrio de Altamira, en Santiago de Cuba, cayendo sobre cables eléctricos que provocaron una fuerte explosión.
El joven -que padece trastornos mentales- fue hospitalizado de forma inmediata tras la caída, según reveló en redes sociales el periodista Yosmany Mayeta.
El protagonista del incidente ha sido identificado como Alexey Calas Rojas, residente en la calle 12, en la zona conocida como “Loma de los Caballos”.
Tras el suceso, Calas fue ingresado primero en el Hospital Militar Joaquín Castillo Duany y luego fue trasladado al Hospital Provincial Saturnino Lora.
Como consecuencia de la explosión originada, una parte del barrio quedó sin luz.
Una internauta que dijo conocerlo, precisó que Alexei es un muchacho con problemas mentales que estuvo ingresado en varias ocasiones en el hospital psiquiátrico, pero debido a que no hay medicamentos le dieron de alta.
La fuente indicó que el joven estaba consumiendo además drogas, y eso “parece que lo llevó a este total desequilibrio que lo hizo cometer esta locura de acabar con su vida”.
“Se lanzó desde la segunda planta de su vivienda y chocó con los cables de la corriente hasta caer al suelo lo que provocó el gran estruendo y apagón. Actualmente se encuentra en el Hospital Militar donde es atendido. Los médicos detectaron daños neurológicos por lo cual fue traslado al Hospital Provincial”, concluyó la fuente.
En una publicación más reciente, Yosmany Mayeta precisó que el joven se encuentra en estado crítico.
Alexey tiene fracturada la mandíbula, el cráneo, una pierna, y tiene "corrientazos por la barriga", pero están esperando "que se le baje la hinchazón para entrarlo al salón", según reveló al citado comunicador una fuente familiar que pidió que oren por él.
Yosmany Mayeta instó al personal de salud que den al joven el mismo trato esmerado que dieron al pelotero que fue golpeado en el rostro el pasado sábado durante un partido entre Santiago de Cuba e Industriales.
"Todos los seres humos necesitamos ser tratados por igual", concluyó el periodista.
Las personas que padecen enfermedades mentales y trastornos de conducta y la personalidad, entre otros padecimientos mentales, han sido especialmente vulnerables al desabastecimiento farmacéutico, uno de los tantos problemas que afrontan los cubanos en su día a día.
Paralelamente, los índices de suicidio se han disparado en Cuba a raíz del agravamiento de la situación económica, marcada por una galopante inflación, escasez de alimentos y productos de primera necesidad, así como por una crisis migratoria sin precedentes.
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