Lo ha vuelto a hacer. El líder sindical Ulises Guilarte de Nacimiento ha intervenido en la Comisión de Economía de la Asamblea Nacional del Poder Popular en Cuba para reiterar la necesidad de "seguir convocando" al pueblo cubano a un "ejercicio de resistencia" que no sea sólo pasivo "sino que sea una movilización de recursos económicos" para reunir todo lo que "aporte reservas para transformar la problemática", dijo en referencia a la crisis económica que atraviesa la Isla y que no mencionó por su nombre.
Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Político del Partido Comunista (PCC) y secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), es el mismo dirigente que en mayo pasado aseguró que si la gente veía a la cúpula del país debatiendo los problemas les iba a creer, pese a reconocer que no tenían entonces ni tienen ahora una solución para esas "distorsiones" que aquejan a la población.
En su intervención en la Asamblea Nacional, recogida por Canal Caribe, Guilarte de Nacimiento admitió que cuando habla con la gente en la calle "se siente la tensión" y reconoció que la cúpula del PCC "casi se ha acostumbrado a no poder cumplir con la canasta normada". "Tenemos atrasos sustantivos en un grupo de provincias", señaló una vez más sin aportar solución al problema que ponía sobre ella mesa.
El sindicalista, que no le ha convocado una huelga general al PCC pese a que es consciente de que los 5.900 pesos del salario medio nacional no dan para vivir y que la inflación de "dos dígitos" (cerró mayo en el 31%) representa una "pérdida de capacidad de compra" para el millón de pensionistas que tiene Cuba, admite que el gran dilema es "cómo le buscar solución a los problemas, porque el qué todo el mundo lo entiende".
Sin embargo, lejos de pedir explicaciones al Gobierno, el sindicalista ofreció la otra mejilla asegurando que a su modo de ver, la situación se puede revertir "movilizando a los colectivos de trabajadores" e inspirándose en el ejemplo del "primer secretario del partido", que es Miguel Díaz Canel. Al mandatario se le vio muy ensimismado mirando con interés su tablet sin prestar atención a la intervención del secretario general de la CTC.
La crisis cubana es seria y prueba de ello son las cifras que hizo públicas el ministro de Economía, Joaquín Alonso, que no se limitó a explicar que la economía ha retrocedido un 1,9% en 2023 sino que habló además de un decrecimiento del PIB del -10% respecto a 2019, el año prepandemia. Pero las cifras son más alarmantes cuando se habla de una caída del 43% en el sector primario (agricultura y ganadería), del 21% en el secundario y del 5% en el terciario.
Las causas, según la televisión cubana, hay que buscarlas fuera de la Isla: "Un escenario marcado por la guerra económica; alta inflación internacional y fricciones financieras externas". A la mala gestión del Ejecutivo cubano no se refieren ni en términos abstractos aunque se entiende que lo señalan cuando aluden a "desequilibrios internos; alto déficit, limitaciones de divisas, combustible y energía y una elevada y persistente inflación". Para que se entienda, no hay dinero, los precios están por las nubes y no hay combustible para nada, por lo que no hay solución para los apagones.
Tan mal está la cosa, que el ministro de Economía ha dicho alto y claro que hay que "posponer todas las inversiones que no son imprescindibles y hay que contener el gasto corriente" porque "todo lo que no vaya a dar frutos este año o el que viene" hay que "repensarlo". O sea, que se dan un año y medio de margen.
Aún así, el discurso triunfalista del comunismo cubano sigue diciendo que las prioridades para el segundo semestre de este año se centrarán en "el incremento de la producción nacional de alimentos y la generación de nuevos rublos exportables", recalcan sin dar detalles sobre a qué se refieren exactamente.
Como viene siendo habitual en este tipo de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, un miembro del PCC tomó la palabra para hablar de lo bien que está trabajando en su provincia. En este caso fue el gobernador de Holguín, Manuel Francisco Fernández Aguilera, que se jactó de haber liberado a 4 municipios (de los 14 que tiene la provincia) del consumo de leche en polvo porque están consumiendo leche líquida, señaló sin especificar la procedencia de esa leche. Han solucionado el problema para el 28,5% de la población; aún les queda un 71,5%, pero están satisfechos. "Es una expresión de lo que podemos seguir haciendo", recalcó como si el Partido Comunista no llevara 65 años en el poder sin solucionar ni siquiera, el vasito de leche.
No es la primera vez que en plena crisis inflacionaria en Cuba, un dirigente comunista se atreve a pedir resistencia a quienes llevan seis décadas haciéndolo con la promesa de un futuro mejor. En marzo pasado el propio Miguel Díaz-Canel aseguró tener "confianza en que llegarán tiempos mejores", pese a reconocer que el panorama actual es "crítico y negativo".
A finales de abril de este año llamó al pueblo a llenar las plazas el primero de mayo porque desde su atalaya no ve el avance de la hambruna y la pobreza en Cuba. Él ve "un pueblo que se levanta por encima del bloqueo y sale adelante con esfuerzos propios".
Tampoco acertó Díaz-Canel cuando felicitó el Día de los Padres poniendo por ejemplo a un obrero de termoeléctrica que, en su opinión, inspira a sus hijos a "vencer los mayores desafíos de la nación".
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