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Kimberly Cheatle, directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, renunció este martes tras las críticas derivadas de los errores en la seguridad del mitin en Butler, Pensilvania, donde el expresidente Donald Trump sufrió un intento de asesinato, según informó la cadena NBC.
Cheatle -quien estaba en el cargo desde agosto de 2022- enfrentaba numerosas peticiones de dimisión y varias investigaciones sobre cómo el agresor pudo acercarse tanto al candidato presidencial republicano durante el mitin al aire libre.
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“Asumo toda la responsabilidad por la falla de seguridad”, afirmó Cheatle en un correo electrónico dirigido a su personal.
“A la luz de los acontecimientos recientes, he tomado con gran pesar la difícil decisión de dejar el cargo de directora”, añadió, según revela la prensa estadounidense.
La continuidad de Cheatle en su cargo había quedado en entredicho tras su reciente declaración en el Capitolio, donde fue citada para explicar los graves fallos en la protección de Trump.
Durante su declaración, los legisladores cuestionaron una y otra vez cómo el atacante pudo acercarse tanto al candidato presidencial republicano, cuando se suponía que debía estar cuidadosamente vigilado.
Las explicaciones de Kimberly no solo no convencieron, sino que además enfurecieron a algunos de los legisladores republicaciones.
“Directora Cheatle, como Donald Trump está vivo, y gracias a Dios lo está, usted parece una incompetente. Si lo hubieran matado, usted parecería culpable”, sentenció el representante republicano por Ohio, Mike Turner.
Durante la audiencia en el Capitolio, varios legisladores sugirieron que Cheatle no debía seguir en su cargo.
Cuando se le preguntó por qué no había agentes en el techo donde se encontraba el agresor o si el Servicio Secreto usó drones para monitorear el área, Cheatle se mostró dudosa y dijo que esperaba el desarrollo de la investigación.
“La solemne misión del Servicio Secreto es proteger a los líderes de nuestra nación. El 13 de julio fallamos”, declaró la jefa del servicio secreto ante la Comisión de Supervisión de la Cámara de Representantes, asumiendo toda la responsabilidad por los errores de la agencia en el ataque durante el mitin de Trump.
No obstante, Cheatle, con casi tres décadas en la agencia, afirmó que era la “persona adecuada” para dirigir el Servicio Secreto a pesar de los fracasos.
El representante Ro Khanna, demócrata por California, recordó que el director del Servicio Secreto durante el intento de asesinato de Ronald Reagan dimitió posteriormente, sugiriendo que Cheatle debería seguir su ejemplo.
El tiroteo del 13 de julio dejó un espectador muerto, Trump resultó herido en la oreja y otros dos asistentes heridos después de que Thomas Matthew Crooks disparara desde un edificio cercano.
El ataque a Trump fue el intento más grave de asesinar a un presidente o candidato presidencial de Estados Unidos desde que le dispararon a Ronald Reagan en 1981.
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