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Una cubana de 39 años que había arribado a inicios de este año con parole humanitario a EE.UU falleció esta semana tras recibir varios disparos al azar hechos por un adolescente de 14 años que robó un arma a su padre en la ciudad de St. Petersburg, en el condado de Pinellas, en Florida.
Un comunicado policial revela que el 25 de julio, aproximadamente a las 10:52 a.m., los agentes respondieron a la intersección de 27th Street North y 59th Avenue North, en la citada ciudad del oeste de Florida, tras recibir informes de disparos y de una mujer tendida en la calle.
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Cuando los agentes llegaron al lugar encontraron a la víctima, Leslie Torres Fernández, boca abajo en la calle y con aparentes heridas de bala en la parte superior del cuerpo.
Los agentes trataron de salvarle la vida hasta que llegó el departamento de bomberos y la transportaron al hospital. Sin embargo, la cubana fue declarada muerta poco tiempo después.
Durante la investigación, los detectives identificaron al sospechoso como Jaevion Darrell Harvey, de 14 años, quien fue captado en cámaras de seguridad huyendo del área en su bicicleta después del tiroteo.
El viernes las autoridades ejecutaron una orden de allanamiento en la residencia de Harvey, ubicada cerca de donde ocurrió el incidente.
Durante la orden de allanamiento, los detectives localizaron un arma de fuego que se confirmó que se utilizó durante el tiroteo y también se localizaron muchas otras armas de fuego, numerosas municiones, 3.8 kilogramos de cocaína, 53 gramos de crack, 3 gramos de MDMA y 184,964 dólares en moneda estadounidense.
Cuando los detectives entrevistaron a Harvey, confesó haber disparado al azar a Leslie Torres Fernández.
Según el reportero de sucesos, Niover Licea, la mujer era natural del municipio Candelaria, en la provincia de Artemisa, y había llegado a Estados Unidos en enero de este año gracias al programa de parole humanitario.
Durante las investigaciones, el adolescente informó a los detectives que cogió el arma de fuego del dormitorio de su padre, Jarvis Armand Spencer, de 37 años.
El padre del menor tiene un amplio historial criminal que incluye 15 condenas por delitos graves, mientras que sobre su hijo pesa ahora un cargo de asesinato en primer grado.
Las autoridades comunicaron el arresto de los sospechosos y confirmaron la confesión del menor.
El padre del adolescente no cooperó con los detectives y fue arrestado y acusado de siete cargos de posesión ilegal de un arma de fuego, uno de posesión ilegal de municiones, de posesión de un arma de fuego con número de serie alterado, de tráfico armado de crack, de tráfico armado de cocaína en polvo y de robo mayor de arma de fuego.
Al cierre de esta nota, no se han conocido más detalles sobre el trágico suceso, que abruptamente truncó los sueños de una cubana recién emigrada.
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