Tras pasar más de dos décadas en prisión en Cuba por oponerse al régimen, Laurel Camacho Ricardo emigró a Estados Unidos, donde, después de ser liberado, compartió las razones que lo motivaron a transformar su cuerpo en un lienzo de protesta pacífica, tatuándose para denunciar las violaciones de derechos humanos en su país natal.
El periodista Javier Díaz compartió en Facebook la historia de este cubano, quien vivió en carne propia los horrores y las injusticias que la dictadura es capaz de cometer.
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Camacho tocó tierra el pasado 18 de marzo en Marathon, Florida, y, meses después de haber sido puesto en libertad y de enfrentar el riesgo de deportación, declaró que esta es su manera de continuar protestando contra el régimen.
En el pecho se tatuó el texto Patria y Vida, y más abajo la Estatua de la Libertad con la palabra “Libertad”.
En el brazo derecho hizo que le escribieran la frase “Derechos Humanos”, además de las palabras “Basta” y “Cambios”. Mientras, en el izquierdo, se plasmó “Viva la Democracia”.
En la espalda, se tatuó la frase “Patria y Vida”, además de “Abajo el Comunismo de Cuba. ¡Basta!”
Este cubano cubrió su cuerpo con estos tatuajes en acción de rechazo a la tortura física y psicológica que recibió por 22 años cuando guardó prisión en Cuba.
“Plasmé mi opinión política en mi cuerpo por eso: un acto de protesta pacífica por la violación de los derechos humanos del pueblo cubano”, explicó Camacho.
Luego de las manifestaciones del 11 de julio de 2021, algunas personas escogieron el arte del tatuaje para plasmar su opinión política, también como un acto de protesta.
Antes, en 2020, un cubano grabó en su cuerpo un breve, pero enérgico mensaje político: “Cuba Sí, Castros No”, como acto de protesta frente a las arbitrariedades del gobierno contra el pueblo de la isla.
Ese mismo año, otro cubano se tatuó en su pecho la frase “Cambio, 19-10-2020 y Cuba libre”, como forma de mostrar su desacuerdo con el régimen de La Habana.
“Comunistas, ahora sí me van a tener que arrancar la piel del pecho”, escribió Denis Solís González en su muro de Facebook, donde compartió imágenes de su torso desnudo con las palabras grabadas.
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