La creciente crisis económica en Cuba ha dado lugar a un fenómeno cada vez más preocupante: un número creciente de niños que trabajan para contribuir a la supervivencia de sus familias. Aunque no es el más común, este fenómeno va en aumento y refleja la gravedad de la situación.
El portal de noticias CubaNet compartió un video que muestra a los niños buscando dinero de diferentes formas en La Habana, como es buscando artículos en la basura, dedicándose a la venta callejera, o pidiendo limosnas.
“No es un mal generalizado, pero va en aumento el número de niños y adolescentes que se ven obligados a trabajar para ayudar a resolver la vida”, apuntó el sitio web citado.
“Sobre los motivos no se habla en los canales oficiales”, señaló CubaNet, citando a UNICEF, que reconoció que en Cuba al menos el nueve por ciento de la población infantil sufre de pobreza alimentaria extrema, situación que probablemente se combina con otros problemas como la exposición a la violencia, carencias materiales de todo tipo y condiciones de vida precarias.
Aunque el régimen cubano no admite su responsabilidad en el aumento del trabajo infantil en el país, culpa a las familias, responsabilizándolas por completo de este problema social.
El viernes último, el periódico oficialista 5 de Septiembre de Cienfuegos, citó a la teniente coronel Marilín Cuellar Valdivia, Jefa del Órgano de Menores del Ministerio del Interior en Cienfuegos, quien no dudó en arremeter contra las familias de estos niños y adolescentes, afirmando que “en la mayoría de los casos, es una actividad incitada por los propios familiares adultos, o al menos permitida por ellos”.
Según Cuellar esta situación, la cual constituye una indisciplina, no debe ser vista como “algo normal” y precisó que es más frecuente en los consejos populares de Caonao, Tulipán y Junco Sur.
El portal de noticias indicó que es común ver a los niños y adolescentes vendiendo diferentes productos, sobre todo frutas de temporada como mangos, aguacates y mamoncillos.
En Cuba, la ley prohíbe el trabajo infantil y protege los derechos de los menores, según la Carta Magna y el Código de Trabajo. Sin embargo, instituciones educativas en Santiago de Cuba, como el IPU-Cuqui Bosch y la Secundaria Básica Espino Fernández, han identificado casos de trabajo infantil en sus comunidades.
Una investigación realizada por el periódico Sierra Maestra reveló casos de estudiantes de enseñanza primaria que faltan a clases para trabajar. Llegan tarde o se ausentan de las escuelas para ayudar a sus familias, algo que el régimen criticó durante décadas, culpando al capitalismo y asegurando que "en la Revolución eso no pasa".
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: