Varios jóvenes cubanos repartieron este miércoles meriendas a mendigos que se encuentran en algunas de las calles de Santiago de Cuba.
“Me llamó para ofrecerme unos panes y unos sobres de refrescos para los desayunos a los amigos de las calles, exigiéndome quedar en el anonimato”, relató en un post de Facebook el escritor independiente Yasser Sosa Tamayo, quien tituló a su publicación “Hay medallas que se llevan colgadas en el alma”.
Sosa Tamayo, que nunca identificó a su benefactora, aseguró que cuando fue a buscar los refrescos se le “oprimió el corazón al ver la humildad con que ella vive, quizás, siendo ella una de las tantas personas que necesita ayuda decidió brindarme una ayuda para ayudar”.
Confirmó que esta persona le “enseñó una gran lección de inmensa humildad, de lo grande que son ciertas acciones”.
“Sé que Dios te recompensará en sobremanera amiga mía. Ciertamente son más los pobres que comparten con gusto el pan, que los ricos que dan de lo que tienen”, agregó en su escrito.
Además, agradeció a varios que contribuyeron con esta muestra de apoyo a los más vulnerables y que viven en las calles, sin la atención debida para su falta de hogar o enfermedad.
“Lo hacemos con todo el amor del mundo para ellos que están en las calles. No ganaré nada material, pero me llena tanto el alma ayudar y se siente tan gratificante”, afirmó.
Varias fotografías compartidas quedaron como muestra de la entrega que hicieron a los mendigos.
Un grupo de jóvenes cubanos han sido parte importante en las ayudas que se hacen a las personas en situación de calle y pobreza, un sector poblacional en crecimiento en la isla, debido a la creciente inflación y los bajos salarios.
En enero de este año, la joven cubana Massiel Carrasquero Ramos hizo un acto de buena voluntad por el día de Reyes en Cuba: repartir caldosa, junto a amigos, a personas vulnerables en La Habana.
Jóvenes residentes en la provincia de Ciego de Ávila tuvieron una noble acción al entregar comida a personas en situación de calle, que se mostraron agradecidas con el gesto.
La cara visible de la entrega fue un artista de Ciego de Ávila nombrado Ozzie, quien se encargó de entregar la comida, y envió un emotivo mensaje.
El joven explicó que la primera intención es ayudar a las personas en situación de calle, pero también, que las personas sepan, sobre todo las mayores, que no es el único joven que haría esa acción.
Durante su camino, en el que se fue encontrando estas personas y a las que trató respetuosamente, en su mayoría de la tercera edad, durmiendo en bancos, aceras y los pisos de edificios abiertos, el joven les entregó una pizza y un vaso de refresco.
Otra acción se registró por un grupo de cubanos que entregaron alimentos a ancianos vulnerables en La Habana.
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