A sus 110 años, el cubano Luis Sebastián Ortiz Marín sigue asombrando a todos con su vitalidad y memoria envidiables; y asegura que su secreto para vivir más de un siglo fue comer harina, jutías y cabezas de pescado.
Entrevistado por el diario oficialista Escambray el anciano, natural de San Pedro, Sancti Spíritus, cuenta que su vida ha estado marcada por el trabajo duro en los campos y una dieta basada en alimentos humildes.
"Por la cantidad de harina, jutía y cabeza de pescado que comí en mi vida", afirma Ortiz Marín entre risas, indicando que esa simple combinación de alimentos fuera la fórmula mágica para llegar a los 110 años.
Aunque su afirmación remite a un contexto de pobreza anterior a la Cuba pre-revolucionaria y los días de trabajo interminable en los semilleros de tabaco y los cañaverales; ha sido vista –según el propio rotativo– "con asombro" por los residentes locales, que hoy ni siquiera tienen acceso a la harina, la jutía y mucho menos el pescado.
Luis Sebastián, conocido como "el cacique de San Pedro", recuerda con cariño el trabajo en la caña, cuando "O trabajabas o te morías de hambre", asegura.
En su juventud, Ortiz Marín se dedicó a cultivar tabaco, sembrar caña y, más tarde, hacer carbón en los montes de júcaro y llana, siempre fiel a su oficio de obrero agrícola.
Actualmente las familias cubanas viven en su mayoría en extrema pobreza. La isla atraviesa un éxodo de jóvenes y de su población económicamente activa, mientras el gobierno reconoce que el único grupo en crecimiento son los ancianos.
El pasado año otra centenaria anciana espirituana llamada Cira Delia Vegas Pérez, dijo que “la suerte” ha sido su único secreto para alcanzar su venerable edad.
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