La usuaria de Facebook Mirtha Fernández, residente de El Vedado, municipio Plaza de la Revolución, La Habana, denunció en redes sociales la crisis de abastecimiento de agua que afecta a su edificio y a muchas familias de la zona.
Estos vecinos llevan varios meses enfrentando serias dificultades para acceder al servicio de agua potable. Son en su mayoría personas mayores, muchos jubilados y ancianos encamados, que no están recibiendo el servicio del agua potable en sus hogares, lo que provoca serias dificultades en su vida diaria.
Fernández denuncia que, a pesar de las promesas de las autoridades locales y de la empresa estatal Aguas de La Habana, la situación no mejora.
En su mensaje, menciona que vive en el edificio 510, ubicado en la calle 15, entre D y E, y que tanto ella como los otros vecinos han tenido que recurrir al uso de cubos para cargar agua desde la calle D o la calle 13 y luego subir las escaleras con los cubos a cuesta.
La situación es particularmente difícil para Fernández, quien es una persona de la tercera edad y cuida a una anciana encamada de 86 años.
Las autoridades prometieron que los vecinos recibirían agua a través de camiones cisterna (pipas) cada cuatro días, pero hasta ahora esta solución no se ha cumplido de manera efectiva.
El edificio cuenta con 35 apartamentos, lo que hace que la cantidad de agua que puedan almacenar sea limitada, dejando a muchas familias sin el recurso necesario para realizar tareas básicas como cocinar, lavar ropa o asearse.
El régimen asegura que el municipio Plaza de la Revolución no enfrenta graves problemas de abastecimiento de agua. Sin embargo, Fernández se pregunta "¿en qué municipio estamos enclavados?".
Desde julio, los problemas con el abasto de agua en El Vedado y otras zonas de La Habana han empeorado considerablemente. La causa principal, según informaron las autoridades, fue una avería en las líneas eléctricas que alimentan la Cuenca Sur, una de las principales fuentes de suministro para la capital.
A pesar de que Aguas de La Habana ha afirmado que sus brigadas están trabajando para solucionar la crisis, la situación sigue siendo crítica para los residentes de la zona.
Muchas familias, especialmente las que viven en edificios altos, han tenido que depender de pipas cuyo servicio puede costar entre 8,000 y 10,000 pesos cubanos, un precio inalcanzable para la mayoría.
La denuncia de Fernández se une a la de otros cubanos, quienes han expresado en redes sociales su desesperación por la falta de agua y la falta de respuestas claras por parte de las autoridades.
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