Dos supuestos carteristas fueron detenidos este lunes tras intentar robar un teléfono celular a un joven en un ómnibus de la ruta P3, en 10 de Octubre, La Habana.
El incidente sucedió en la parada de Porvenir entre Fonts y Bouza, cuando una madre intentaba junto a su hijo abordar el P3, describe en Facebook el perfil oficialista, vinculado al Ministerio del Interior, “El Cubano Fiel”.
Según esta fuente, los dos malhechores aprovechando la aglomeración de personas, tan común ante la crisis del transporte en Cuba, le sustrajeron del bolsillo al muchacho un teléfono móvil.
Asimismo, señala que la víctima se dio cuenta con tiempo de la sustracción y le reclamó a los carteristas, “los cuales fueron detenidos por las personas que se encontraban en la parada” y posteriormente arrestados por los policías del carro patrullero 424, quienes los trasladaron a la estación de Aguilera, en Lawton.
Los robos en el transporte público cubano se han convertido en otra realidad que tienen que enfrentar los residentes en la isla, debido a que ese tipo de situaciones son propicias para los ladrones que aprovechan de los empujones, aglomeraciones y alteraciones de las personas para cometer sus fechorías.
A comienzos del año, un hecho similar ocurrió en la esquina de Monte y Belascoaín, cuando un supuesto carterista fue detenido mientras intentaba cometer su robo en un autobús de la ruta P14, en La Habana Vieja.
El supuesto ladrón fue esposado ante la mirada de decenas de personas que se aglomeraron para presenciar el hecho, en medio de la oleada de criminalidad y violencia callejera en Cuba.
En junio de este año, ocurrió otro evento parecido en el P6, específicamente en la parada de La Lechera, Habana Vieja.
En esa oportunidad, el delincuente fue capturado después de robar el teléfono celular a una cubana en medio de un tumulto.
Según un reportaje publicado en la Mesa Redonda, un hombre que intentó robarle un celular a su dueño en un ómnibus de la ruta P12 de La Habana, fue condenado a 10 años de prisión.
La versión transmitida por dicho programa oficialista señala que cuando la víctima se dio cuenta del robo, el chofer de la guagua detuvo la marcha y dejó las puertas cerradas; entonces un pasajero hizo una llamada al teléfono y enseguida se supo quién se lo había llevado.
Al verse descubierto, el carterista no se amilanó y sacó un arma blanca para tratar de escapar, pero no lo logró.
El ladrón fue juzgado por los delitos de robo con violencia y tenencia ilegal de armas, y la Fiscalía pidió para él una sanción conjunta de 10 años de privación de libertad, además del pago de más de 8,000 pesos por los daños causados al celular.
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