El coronel Lázaro Delgado Chaple, segundo jefe de la Dirección de Identificación, Inmigración y Extranjería (DIIE) del Ministerio del Interior (MININT), falleció recientemente en Cuba, presuntamente por complicaciones derivadas del virus del Oropouche.
La noticia, que inicialmente circuló en redes sociales a través de publicaciones de funcionarios del régimen cubano, ha sido rodeada de silencio oficial y borrado de publicaciones, lo que ha generado especulaciones sobre la verdadera situación de salud pública en la isla.
Orestes Hernández Hernández, funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), fue uno de los primeros en informar sobre el deceso del coronel a través de su cuenta de Facebook, señalando que Delgado Chaple había sido “víctima de complicaciones derivadas del Oropouche”.
Esta afirmación fue respaldada por Miguel Ángel Moreno Carpio, cónsul de Cuba en Ciudad de México, quien destacó la disposición del coronel a colaborar en diversas tareas consulares. Ambas publicaciones fueron capturadas por el medio independiente CubaNet, que informó este martes del suceso.
Poco después de su divulgación, las publicaciones fueron eliminadas de las redes sociales de ambos funcionarios, dejando un vacío informativo que ha sido llenado por reportes de medios independientes y capturas de pantalla realizadas antes de la censura.
Hasta el momento, no se han ofrecido detalles oficiales sobre la muerte de Delgado Chaple, y el Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) no ha reportado públicamente ningún fallecimiento asociado al virus del Oropouche, a pesar de los crecientes casos en todo el país.
Un legado polémico y su inclusión en la lista de represores
Además de su carrera en el MININT, Delgado Chaple es señalado por la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC) como un represor vinculado a la expulsión forzosa de activistas, periodistas y ciudadanos críticos con el régimen cubano.
De acuerdo con Hernández Hernández, el coronel fallecido formó parte del equipo que trabajó desde el aeropuerto en el aseguramiento de la visita del presidente Barack Obama a Cuba. Posteriormente, fue jefe del trabajo de remodelación del Museo de la Denuncia, una idea del general Raúl Castro que se concretó en agosto de 2017 para narrar “el enfrentamiento del pueblo cubano a las acciones imperialistas”
La FHRC había anunciado en 2022 su intención de incluir al coronel en su base de datos de represores, un registro que documenta a funcionarios implicados en violaciones de derechos humanos. También se mencionó la posible inclusión del jefe de la Dirección de Identificación, Inmigración y Extranjería del MININT, el coronel Mario Miranda Rivera.
Sin embargo, una revisión reciente de la base de datos realizada por Diario de Cuba no arroja resultados para ninguno de los dos coroneles del MININT.
El fallecimiento de Delgado Chaple se suma a una lista creciente de complicaciones atribuidas al virus del Oropouche en Cuba, que ha generado preocupación tanto dentro como fuera del país.
El hermetismo del gobierno y la falta de transparencia en la comunicación de los riesgos sanitarios no solo alimentan la desconfianza, sino que también ponen en evidencia los desafíos de salud pública que enfrenta la isla en medio de una crisis sanitaria sin precedentes.
El virus del Oropouche en Cuba: un peligro subestimado
El virus del Oropouche es transmitido por mosquitos y ha afectado a cientos de personas en Cuba, según reconoció el MINSAP, aunque sin mencionar decesos hasta la fecha.
En agosto, la cifra oficial de diagnosticados desde mayo ascendía a 506, algunos de los cuales desarrollaron meningitis como complicación, una situación que refuerza las críticas sobre la falta de transparencia en la gestión de la crisis sanitaria.
Miguel Ángel Ruano, presidente del Gremio Médico Cubano Libre, ha denunciado en reiteradas ocasiones que la falta de medicamentos y el manejo inadecuado de los casos contribuyen a las complicaciones graves y muertes asociadas al virus.
"El sistema de salud de la Isla no está preparado para el virus del Oropouche", alertó Ruano en declaraciones concedidas a CiberCuba a finales de mayo.
“Las muertes por síndrome febril agudo de causa inespecífica están siendo registradas de forma ambigua en los certificados de defunción, lo que oculta la verdadera incidencia del Oropouche”, afirmó Ruano a finales de junio.
A finales de agosto se conocía el caso de Samuel Eugenio Crespo Martínez, un joven médico cubano de 26 años y natural de Cabaiguán, en la provincia de Sancti Spíritus, quien se encontraba en estado crítico debido a encefalitis causada por el virus.
Además, la muerte en junio de un estudiante en Santiago de Cuba generó preocupación sobre la falta de transparencia de las autoridades sanitarias, quienes no han informado oficialmente sobre los fallecimientos atribuidos a este virus.
"En Cuba no tenemos casos graves, críticos y mucho menos fallecidos por esta enfermedad", recalcó a finales de agosto el doctor Francisco Durán, director nacional de Higiene y Epidemiología.
Sin embargo, la expansión del Oropouche en Cuba subraya la crisis sanitaria en la isla y los desafíos en su manejo que está planteando a un régimen que ha dado la espalda al sistema de Salud Pública del país, provocando el colapso de hospitales y la escasez de medicamentos más grave de su historia.
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