La aguda crisis económica en Cuba ha obligado al gobierno a extender y ampliar las medidas excepcionales para la importación de bienes esenciales, como alimentos, medicamentos e insumos médicos, bajo un régimen de exenciones aduaneras.
Esta política, vigente hasta el 31 de enero de 2025, evidencia la gravedad de la situación en la isla y subraya el deterioro de las condiciones de vida para la población.
La Gaceta Oficial del 28 de septiembre de 2024 resalta la continuación de estas flexibilizaciones, que ya habían sido implementadas temporalmente en 2021 tras las manifestaciones del 11J, pero que ahora se extienden por un período más prolongado y con una mayor especificidad en los productos beneficiados.
En julio de 2021, en medio de la pandemia de COVID-19 y una fuerte tensión política en la isla, el gobierno impuso medidas excepcionales para permitir a los ciudadanos la importación de alimentos, artículos de aseo y medicamentos sin carácter comercial y exentos del pago de aranceles.
Las exenciones arancelarias en la Gaceta Oficial de 2021 solo se extendían hasta diciembre de ese año, respondían a una necesidad urgente de abordar la escasez generada por la crisis sanitaria y el supuesto "recrudecimiento del bloqueo" de Estados Unidos.
Sin embargo, en 2024 el alcance de estas medidas se ha ampliado y su duración se ha extendido hasta enero de 2025, reflejando una crisis que no solo persiste, sino que ha empeorado.
Diferencias entre Resoluciones de 2021 y 2024 para importar en Cuba
El contexto actual en el país es particularmente crítico. Las prolongadas dificultades económicas, agravadas por una crisis energética, escasez de productos básicos y el colapso de sectores estratégicos como la agricultura y la producción industrial, han llevado al gobierno a adoptar medidas más prolongadas y detalladas en cuanto a las exenciones aduaneras.
Mientras que en 2021 la flexibilización se centraba en permitir la importación de alimentos, aseo y medicamentos en general, las resoluciones emitidas en 2024 incluyen un catálogo mucho más extenso de dispositivos médicos y productos sanitarios específicos.
Esto refleja la gravedad de la crisis sanitaria y la urgencia de abastecer al país con materiales esenciales que ya no pueden producirse internamente ni adquirirse fácilmente en el mercado nacional.
Entre los productos exentos de impuestos en 2024 se encuentran equipos médicos tan diversos como glucómetros, oxímetros, jeringuillas, ventiladores portátiles y prótesis dentales, lo que subraya la necesidad urgente de estos insumos en una sociedad que enfrenta un deterioro notable en su sistema de salud pública.
Las resoluciones también permiten a las personas naturales enviar y recibir estos productos por vía aérea, marítima o postal, facilitando el flujo de suministros desde el exterior, donde la diáspora cubana ha jugado un papel clave en el apoyo a las familias en la isla.
Importación de alimentos contra auge de la pobreza extrema en Cuba
Además de las exenciones para productos médicos, en 2024 también renueva las medidas que permiten la importación sin carácter comercial de alimentos y artículos de aseo, sin límites en su valor ni peso cuando se transportan como equipaje acompañado.
Las personas pueden traer hasta 50 kilogramos de estos bienes sin pagar impuestos aduaneros, un aumento considerable en comparación con los 10 kilogramos autorizados en 2021 para medicamentos.
La extensión de estas flexibilizaciones hasta enero de 2025 revela una aceptación implícita del gobierno de que las condiciones económicas del país no mejorarán en el corto plazo.
La comparación entre las medidas de 2021 y 2024 refleja una evolución clara en las políticas aduaneras del gobierno cubano. Mientras que las medidas de 2021 eran temporales y limitadas en su alcance, las disposiciones actuales reconocen que la crisis se ha vuelto crónica.
Que los ciudadanos importen lo que no produce el gobierno
El deterioro de las condiciones de vida, especialmente en el acceso a alimentos y atención médica, ha forzado al gobierno a prorrogar indefinidamente políticas que en su momento se consideraron de emergencia.
Las resoluciones de 2024 confirman la gravedad de la crisis económica en Cuba y la incapacidad del gobierno para proveer los bienes esenciales a la población.
A pesar de que estas medidas temporales buscan mitigar la escasez, también resaltan la dependencia creciente del país en las importaciones y en el apoyo de la diáspora cubana.
La prolongación y ampliación de las exenciones aduaneras es, en esencia, un reconocimiento oficial de la precariedad económica de Cuba y una medida desesperada para aliviar las necesidades más básicas de su población en un contexto de aguda crisis humanitaria.
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