La Fiscalía de Los Ángeles anunció que revisará el caso de los hermanos Menéndez, hijos de una estadounidense y un ejecutivo cubano, quienes llevan más de 35 años en prisión por haber asesinado a sus padres en 1989.
El próximo 29 de noviembre, el fiscal del distrito George Gascón dará a conocer su decisión sobre si son puestos en libertad o si se justifica una nueva sentencia.
La revisión del caso se debe a la aparición de nuevas pruebas que podrían favorecer a Lyle Menéndez (56 años) y Erik Menéndez (53 años), condenados a cadena perpetua.
Sus abogados han presentado pruebas que sugieren que ambos fueron víctimas de abusos sexuales por parte de su padre, el multimillonario José Menéndez, y que esto los llevó a actuar en defensa propia.
Entre las evidencias está una carta escrita por Erik en 1988 a un primo en la que describía los abusos de su padre, lo que da más peso a su afirmación de que vivían en un ambiente de constante temor.
"He estado tratando de evitar a papá. Todavía está pasando, Andy, pero es peor para mí ahora. No puedo explicarlo. Tiene tanto sobrepeso que no soporto verlo. Nunca sé cuándo va a pasar y me está enloqueciendo", relata la misiva.
"Cada noche me quedo despierto pensando en que va a entrar. Necesito sacar eso de mi mente", añade.
Además, está el testimonio de Roy Roselló, exintegrante de la banda musical Menudo, quien asegura haber sido abusado sexualmente por José Menéndez cuando era vicepresidente de RCA, el sello discográfico de la banda juvenil. Ello ha reforzado las alegaciones de los hermanos sobre el comportamiento abusivo del hombre hacia sus hijos.
Hasta el momento la fiscalía no ha emitido un juicio definitivo sobre la veracidad de dichas pruebas. No obstante, el fiscal Gascón ha señalado que tienen una "obligación moral y ética" de revisarlas, lo que podría llevar a una nueva sentencia o a un nuevo juicio.
"Si esas pruebas hubieran estado disponibles para el tribunal y el jurado en el momento del juicio, tal vez el resultado podría haber sido diferente", admitió el magistrado.
La historia fue recreada en la serie Monsters, en Netflix. Protagonizada por el español Javier Barden en el papel del empresario cubano José Menéndez, Monsters ha revivido el caso en Estados Unidos y ha ayudado a que la justicia lo revise.
Lyle y Erik Menéndez, quienes tenían 21 y 18 años cuando mataron a tiros a sus padres, nunca negaron haber cometido el crimen, pero alegaron haber sufrido abusos físicos, emocionales y sexuales toda la vida. También dijeron que temían que sus padres los asesinaran a ellos para evitar que revelaran las violaciones del padre.
Los fiscales sostuvieron entonces que no había ninguna prueba de abusos y que los hijos querían acceder a la herencia de 13 millones de dólares de sus progenitores.
Los abogados de los hermanos pidieron al tribunal que anule la condena, y alegan que la opinión de la sociedad sobre el abuso sexual a los niños ha cambiado.
"Creemos que una nueva sentencia es el resultado apropiado. Los hermanos han cumplido más de 30 años en prisión. Eso es suficiente", dijo el abogado Cliff Gardner a The Associated Press.
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