Pese a las críticas por la continua exportación de personal médico de Cuba a otros países, el régimen envió esta semana a otro grupo de 12 trabajadores de la salud a la vecina isla caribeña de Dominica, según fuentes oficiales.
A menos de un mes de la llegada a ese país de un equipo de profesionales cubanos, el gobierno de Miguel Díaz-Canel incrementa la nómina de la brigada sanitaria que presta servicios en Dominica con este nuevo grupo de médicos especialistas, enfermeras y técnicos, quienes “se distribuirán en diversos centros de salud a lo largo de la isla”, según señaló un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) de Cuba.
“Su labor será clave en el fortalecimiento de la atención primaria y en otros servicios médicos esenciales”, aseguró la Cancillería.
Los trabajadores de salud procedentes de Cuba fueron recibidos el viernes en el Aeropuerto Internacional Douglas-Charles, por el embajador cubano, Miguel Fraga, y la Dra. Lynora Fevrier Drigo, jefa médica de Dominica.
Según el embajador, la misión del personal cubano en esa isla del Caribe oriental “es clara: mejorar la calidad de vida y la salud del pueblo de Dominica”.
Mientras tanto, en Cuba, la falta de médicos y enfermeros en los hospitales, policlínicos y consultorios, junto a la escasez de medicamentos e insumos básicos, continúan poniendo en riesgo la salud de la población, en la peor crisis del sistema sanitario cubano, a la que el gobierno no da señales de solucionar.
El pasado 9 de septiembre, el ministro de Salud de Dominica, Cassanni Laville, dio la bienvenida a un grupo de profesionales cubanos integrado por especialistas en terapia intensiva, medicina general, neonatología, obstetricia, radiografía, laboratorio, electromedicina y enfermería.
En 2020, fueron enviadas brigadas de médicos cubanos a Dominica y otros países del Caribe como parte del contingente internacional Henry Reeve, para prestar servicios durante la pandemia de COVID-19.
La presencia de profesionales cubanos de la salud ha sido importante en tiempos de crisis, pero los habitantes de países de habla inglesa han señalado que la barrera del idioma dificulta la atención médica.
El gobierno cubano, que retiene la mayor parte de los salarios de estos profesionales, ha sido criticado por no garantizar la seguridad ni condiciones laborales justas a los médicos.
A pesar de ello, las autoridades continúan cerrando contratos sin dar importancia a elementos clave como el dominio del idioma del país donde los trabajadores de salud se desempeñarán.
En junio pasado, un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos confirmó que Cuba continuará en el máximo nivel de alerta (Nivel 3) por su falta de cumplimiento con los estándares mínimos para la eliminación de la trata de personas.
Este nivel indica que el régimen cubano no solo no está realizando esfuerzos significativos para abordar esta problemática, sino que también persiste en prácticas gubernamentales que facilitan y se benefician del trabajo forzoso.
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