"Ser culto es el único modo de ser libre" reza la cita martiana que traía la pantalla de los televisores Panda.

La frase se encuentra en el prólogo de Martí al libro “Cuentos de hoy y de mañana” de Rafael de Castro Palomino fechado en Nueva York en mayo de 1884. Específicamente en el apartado que dedica a los maestros ambulantes.

Es un extenso texto en que reflexiona sobre la importancia de la EDUCACIÓN y el conocimiento como pilares esenciales para el crecimiento personal, pero también sobre la importancia de la LIBERTAD y la PROSPERIDAD de los pueblos.

“Ser bueno es el único modo de ser dichoso. Ser culto es el único modo de ser libre. Pero, en lo común de la naturaleza humana, se necesita ser próspero para ser bueno” Esta es la cita completa.

Martí explica un poco antes de dar paso a la célebre cita, que la prosperidad es esencial para ser bueno, pues en la naturaleza humana no se puede ser bondadoso si no se es próspero.

“Los hombres han de vivir en el goce pacífico, natural e inevitable de la Libertad, como viven en el goce del aire y de la luz. Está condenado a morir un pueblo en que no se desenvuelven por igual la afición a la riqueza y el conocimiento de la dulcedumbre, necesidad y placeres de la vida.”

También destaca que los hombres crecen no sólo cuando adquieren bienes materiales, sino cuando aprenden y hacen el bien a los demás, ya que el que actúa con generosidad crece moralmente, mientras que el egoísta se aísla y envejece por dentro, comparándolo con un "insecto".

Además habla de la riqueza y la prosperidad desde una perspectiva que combina lo moral con lo material. Explica que la verdadera prosperidad y riqueza provienen del conocimiento, el trabajo honesto y el cultivo de la naturaleza. Para Martí, la prosperidad no es solo una cuestión de acumular bienes, sino de entender y aprovechar los recursos naturales de manera ética y productiva.

¿Cuál es para Martí el único camino abierto a la prosperidad constante?

En el párrafo siguiente a la cita lo explica: cultivar y aprovechar los elementos inagotables e infatigables de la naturaleza. Señala que la naturaleza es generosa y ofrece oportunidades ilimitadas proporcionando lo necesario para la vida si se cultiva con sabiduría y trabajo. Afirma que la riqueza proviene del intercambio de productos que ofrece la naturaleza y que este intercambio constante entre regiones asegura el bienestar y la riqueza de todos los pueblos.

“Los hombres siempre necesitarán de los productos de la naturaleza. Y como en cada región sólo se dan determinados productos, siempre se mantendrá su cambio activo, que asegura a todos los pueblos la comodidad y la riqueza.”

De esta manera ofrece una solución económica basada en el aprovechamiento de los recursos naturales y el intercambio equitativo entre las diferentes regiones.

Según él, cada región del mundo produce ciertos bienes específicos que no se encuentran en otros lugares, lo que hace necesario y natural el intercambio activo de productos entre las naciones. Esta dinámica de comercio constante no solo garantiza el acceso a bienes que no se pueden producir localmente, sino que también asegura la prosperidad y la comodidad de todos los pueblos.

En esencia, un sistema de economía sustentado en el comercio justo y el aprovechamiento racional de los recursos naturales. Para Martí, este intercambio económico, basado en la generosidad de la naturaleza y el esfuerzo honesto, es clave para el crecimiento y la prosperidad tanto individual como colectiva.

Libertad, educación y prosperidad, los principios martianos que no se cumplen en Cuba.

La Revolución Cubana se contradice con los principios martianos de educación, libertad y prosperidad.

Martí sostenía que "ser culto es el único modo de ser libre", pero en Cuba, la educación se ha convertido en un instrumento de control ideológico en lugar de fomentar el pensamiento libre. El sistema educativo está diseñado para adoctrinar, no para emancipar, manteniendo a la población bajo una constante manipulación.

Además, Martí vinculaba la prosperidad con la bondad y el uso ético de los recursos, pero el régimen ha criminalizado la riqueza personal y el emprendimiento, condenando al pueblo a un estancamiento económico perpetuo.

El sueño de Martí de una nación libre, educada y próspera ha sido traicionado por las políticas del gobierno cubano, que utiliza su legado como excusa para mantener un sistema que en realidad destruye esos ideales.

La Cuba actual es un reflejo de esa traición, y los cubanos deben reconocerlo para empezar a luchar por la verdadera libertad y prosperidad que Martí anhelaba.