La Empresa Eléctrica de La Habana informó en la mañana de este lunes que la mitad de los clientes de la capital ya cuentan con servicio eléctrico tras el apagón masivo que desde el mediodía del viernes ha mantenido en jaque a la Unión Eléctrica y en completa desesperación a la población de la capital y del resto del país.
En este momento 172 circuitos con servicio, lo que representa 317 MW y alrededor del 50% de los clientes con servicio, indicaron
"Se trabaja para lograr que más clientes tengan servicio eléctrico, dependiendo de las capacidades de generación se podrá. Pedimos a la población que tengan confianza en nuestras tropas, no descansaremos hasta que el 100% de los habaneros tengan servicio eléctrico", añadieron.
En otra publicación, dijeron conocer "la complejidad de la situación".
"Cuando pedimos confianza a la población habanera es porque nuestra gente no descansa para lograr que usted tenga servicio eléctrico", añadieron.
La entidad estatal reiteró que el restablecimiento total del servicio para los consumidores que aún no lo tienen dependerá de las capacidades de generación del sistema.
Además, reiteraron el compromiso de "las máximas autoridades del país" y de "los eléctricos" para para devolver la normalidad en el menor tiempo posible.
Previamente se informó que, tras la desconexión del Sistema Eléctrico Nacional en la tarde del domingo, la Unión Eléctrica (UNE) implementará una estrategia para dividir el suministro eléctrico en varios sistemas independientese por regiones.
Esta medida busca garantizar la estabilidad del resto del sistema en caso de fallos futuros, según indicó en Facebook el periodista Lázaro Manuel Alonso en la mañana de este lunes citando a la entidad estatal.
Las provincias occidentales hasta La Habana recibirán energía principalmente de la termoeléctrica de Mariel, que será apoyada por la patana ubicada en esa zona, los grupos de generación a base de fuel y el resto de la generación distribuida en la región occidental, además de la termoeléctrica de Santa Cruz.
Para las provincias de Matanzas, Cienfuegos y Villa Clara, la electricidad será proporcionada por la central termoeléctrica de Guiteras, complementada con generación distribuida en esas provincias.
En cuanto a la zona central del país, las provincias restantes recibirán electricidad de Nuevitas y otros emplazamientos de generación distribuida.
Mientras tanto, en la región oriental, el suministro eléctrico dependerá de la termoeléctrica Renté, la patana ubicada en la bahía de Santiago de Cuba y los emplazamientos de Moa.
Además, se espera que la planta de Felton se incorpore próximamente para apoyar el suministro en esa zona.
Esta división del sistema eléctrico en regiones busca reducir los efectos de futuros fallos y aumentar la estabilidad energética de cada área, en medio de una crisis energética que afecta a toda la isla, según concluyó el periodista oficialista.
Desde el pasado viernes al mediodía, cuando ocurrió la completa salida del SEN, los cubanos viven un agobiante y extenso apagón general, que ha paralizado el país.
Aunque el régimen ha prometido que encontrará una solución, la crisis ha escalado.
Los llamados “disparos” han provocado más tensión en el SEN que vive entre colapsos totales o parciales y miles de cubanos continúan sin electricidad.
El sábado en la mañana, durante el proceso de recuperación del SEN tras el apagón total del viernes al mediodía, el sistema se vino abajo nuevamente. El suministro eléctrico que llegaba a unos pocos miles de usuarios y alimentaba el arranque de las termoeléctricas a través de la generación distribuida, volvió a desaparecer, y con él, la esperanza de sobrepasar la crisis.
Ese mismo día, la provincia de Matanzas entró en apagón general, luego de que ocurriera un “disparo en el arranque del microsistema eléctrico”.
También se han reportado importantes averías en la Unidad 3 de la CTE Carlos Manuel de Céspedes, de Cienfuegos, y en el bloque de generación No. 3 de la CTE Antonio Maceo, también conocida como Rente, en Santiago de Cuba. Como consecuencia de esta última, se produjo la caída de un microsistema que afectaba a las provincias de Santiago de Cuba y Guantánamo, dejándolas sin servicio eléctrico.
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