Díaz-Canel se va a Artemisa en medio de la crisis humanitaria en Guantánamo

El gobernante viaja al occidente de Cuba y deja la región oriental en medio de una profunda crisis energética, agravada por el paso del huracán Oscar.

Miguel Díaz-Canel y otros dirigentes políticos cubanos © Presidencia Cuba en X
Miguel Díaz-Canel y otros dirigentes políticos cubanos Foto © Presidencia Cuba en X

Miguel Díaz-Canel dejó Guantánamo en medio de una crisis humanitaria y viajó en sentido contrario, rumbo a la provincia Artemisa, donde asegura que tiene asuntos pendientes.

"Díaz-Canel inició este jueves su agenda de trabajo por los municipios del país en Candelaria, perteneciente a Artemisa. Como primer punto de la visita llegó al área donde se construye un parque solar fotovoltaico que aportará 21.8 MW", dijo Presidencia Cuba en X.

La noticia podría parecer alentadora para algunas personas, pero según datos del propio gobierno: "La ejecución está al 34%", es decir, falta bastante para que ese proyecto genere beneficios para el pueblo.

El gobernante cubano insistió en que crear el parque solar fotovoltaico "es la alternativa mas rápida y eficiente para cambiar la matriz energética del país".

Mientras tanto, hay poblados de Guantánamo que permanecen incomunicados y familias completas siguen desaparecidas en regiones como Imías.

El Ejército cubano está en labores de rescate en zonas que sufrieron fuertes inundaciones. También iniciaron un proceso de distribución de alimentos, porque estas poblaciones lo han perdido todo.

Díaz-Canel visitó Guantánamo el miércoles, tres días después del paso del huracán Oscar. En sus palabras a la población enfatizó que ningún cubano había quedado desamparado.

Sin embargo, hubo pobladores que no tuvieron miedo y lo enfrentaron en medio de la calle, con duras declaraciones.

En el municipio San Antonio del Sur, un hombre a cargo de 29 niños en una escuela especial, denunció que el gobierno los llevó al local y los abandonó allí, antes de que el huracán tocara tierra.

También una madre cubana contó un triste testimonio frente a la cara del mandatario. “¡Agua es lo que necesito!”, dijo.

La mujer estaba desesperada porque sus hijos no tenían ni agua potable, ni alimentos. Tampoco disponían en su casa de combustible para cocinar, desde antes de que llegara el huracán.

Oscar ha dejado en Guantánamo un saldo preliminar de siete muertos, incluido un niño de cinco años.

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