Familiares, amigos, fanáticos y colegas de El Taiger acompañaron sus cenizas hasta el Cementerio de Colón donde descansarán los restos del reguetonero.
Cómo el artista hubiese querido, decenas de cubanos se despidieron “La Tranka” cantando a coro su música, desde “El Sano” y “Habla Matador” hasta “Marca Mandarina” y “El Punto”, dos de sus últimos éxitos.
La hija más pequeña de El Taiger caminaba delante de toda la procesión de la mano de Teresa Padrón, la manager del artista.
En el momento de depositar las cenizas en su lugar de descanso los presentes en señal de despedida colocaron sus manos sobre esta y otros las alzaron al cielo. Encima de la lápida se colocaron las flores que muchos habían llevado.
Antes de trasladar las cenizas al Cementerio de Colón, el último adiós a El Taiger fue en Centro Cultural El Sauce de La Habana.
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