La destitución de Jorge Luis Perdomo Di-Lella, hasta hace poco viceprimer ministro de Cuba, ha generado una fuerte ola de especulaciones y debate en redes sociales y medios de prensa independientes.
Aunque la información oficial solo indica “errores en el desempeño de sus funciones” como motivo de la remoción, diversos reportes apuntan a que su salida podría estar vinculada a los negocios de su hermano, Yoel Perdomo Di-Lella, quien controla varias empresas privadas con supuestos vínculos y privilegios otorgados por el propio régimen cubano.
La noticia ha reavivado el debate sobre la corrupción y la falta de transparencia en la cúpula gobernante, así como sobre el creciente poder económico de figuras vinculadas a altos funcionarios.
Un ascenso bajo la protección de la cúpula y del Grupo Palco
Según un reportaje de 14ymedio, Jorge Luis Perdomo, quien se desempeñaba como viceprimer ministro desde 2021, fue destituido oficialmente bajo el argumento de “errores” no especificados.
Su salida se asemeja a la destitución de Alejandro Gil Fernández, exministro de Economía, en febrero de este año, también bajo acusaciones generales de “graves errores” sin detalles públicos de la causa. Desde su detención, nada se sabe de su caso, ni han trascendido noticias sobre su persona.
En redes sociales se ha relacionado el caso de Gil Fernández con la presunta detención por corrupción de Fernando Javier Albán Torres, un empresario cubano fundador y socio principal de la Mipyme AgroIndustrial Media Luna, con sede en Ciego de Ávila.
En ambos casos, la falta de transparencia ha provocado frustración en la población, que cuestiona el tratamiento opaco de estos temas en un momento en el que el país atraviesa una profunda crisis económica.
La carrera de Jorge Luis Perdomo estuvo marcada por su papel como ministro de Informática y Comunicaciones, desde donde impulsó el polémico Decreto-Ley 370, conocido como la “ley azote”, que incrementó la censura y represión en redes sociales. A pesar de su rol represivo, la ley consolidó su imagen en el aparato estatal.
No obstante, las investigaciones apuntan a que la verdadera causa de su destitución podría estar vinculada a la carrera empresarial de su hermano Yoel, quien se ha posicionado como uno de los empresarios más influyentes en La Habana, con acceso a recursos estatales y amparado por el Grupo Empresarial Palco.
Los negocios de Yoel Perdomo y su conexión con el régimen
Yoel Perdomo Di-Lella ha cimentado un imperio empresarial dentro y fuera de la isla, en buena medida gracias a sus conexiones con Palco, entidad vinculada al Consejo de Estado y que opera como puente entre el sector estatal y empresas de capital extranjero.
Según un reportaje de CubaNet, Yoel comenzó su carrera como jefe de comedor en el hotel Comodoro en los años 90, y posteriormente trabajó con Abraham Maciques, presidente de Palco, en el Palacio de Convenciones, hasta su destitución en junio de 2021.
Estas conexiones lo llevaron a ascender rápidamente en el mundo de los negocios, administrando el famoso restaurante “El Palenque” y dirigiendo eventos importantes, lo que consolidó su cercanía con figuras del poder.
En 2021, con su hermano Jorge Luis ya en el puesto de viceprimer ministro, Yoel Perdomo fue nombrado director de Camax Chile S.A., una empresa panameña que se presenta como extranjera, aunque opera estrechamente con Palco en Cuba.
Esta empresa actúa como una entidad offshore que le permite al Grupo Palco manejar importaciones y divisas bajo una fachada de “privatización”.
Además de Camax, Yoel ha expandido su imperio con Tuambia SURL, una Mipyme dedicada a la venta en línea y entrega de productos de consumo que opera con la logística y distribución de Palco.
Investigaciones, detenciones y el desenlace de la destitución
La destitución de Jorge Luis Perdomo tuvo lugar apenas unos días después de que su hermano Yoel y otros directivos de Palco fueran interrogados en una investigación por corrupción, tráfico de divisas y fraude fiscal.
Aunque Yoel no ha sido formalmente detenido, sus cuentas han sido congeladas y las autoridades han decomisado sumas de efectivo en propiedades asociadas a él y otros implicados, en lo que parece ser una operación de “limpieza” en la cúpula estatal.
Según informaron fuentes cercanas a CubaNet, Jorge Luis Perdomo había sido informado de su inminente destitución días antes del anuncio oficial y continuó participando en reuniones hasta el último momento.
La situación recuerda la salida del exministro Gil Fernández y se enmarca en el esfuerzo del régimen cubano por proyectar una imagen de combate a la corrupción en medio del descontento popular.
Sin embargo, la población ha criticado la falta de detalles sobre los motivos reales de estas destituciones, que parecen más una maniobra para ocultar los conflictos y disputas internas de poder.
El sector privado como vía para el enriquecimiento familiar en el régimen
El caso de los hermanos Perdomo ha puesto en evidencia cómo el sector privado en Cuba se ha convertido en una vía para el enriquecimiento de los familiares de altos funcionarios.
En su programa Desde la Presidencia, Díaz-Canel ha señalado a los nuevos actores económicos como fuentes de corrupción, y otros dirigentes, como el primer ministro Manuel Marrero Cruz, han atacado el crecimiento de las Mipymes, acusándolas de agravar la desigualdad y la corrupción en la Isla.
No obstante, varios reportes independientes han expuesto que muchas de estas Mipymes están directamente relacionadas con el aparato estatal o con familiares de dirigentes de alto rango, lo que desmonta la idea de un sector privado ajeno al gobierno.
En este contexto, Yoel Perdomo representa a una nueva generación de empresarios que, bajo el manto de empresas privadas, mantienen relaciones estrechas con las instituciones gubernamentales y acceden a recursos y facilidades que otros emprendedores no poseen.
Este fenómeno ha generado cada vez más rechazo entre la población, que percibe la expansión del sector privado en manos de la élite como una consolidación del poder económico de la cúpula, en lugar de un avance hacia la verdadera liberalización económica.
El rol de Jorge Luis Perdomo en la protección de los negocios familiares
La destitución de Perdomo Di-Lella es interpretada por analistas como parte de las pugnas internas que existen en la cúpula dirigente. Su presunta protección a los negocios de su hermano en detrimento del resto de emprendedores es vista como un “error” en el marco de la crisis económica y la desconfianza popular hacia el régimen.
Fuentes cercanas al caso han señalado que su salida fue precipitada por la presión de sectores del propio régimen que buscan limpiar su imagen ante el aumento de las denuncias de corrupción que inundan las redes sociales y medios independientes.
Mientras tanto, los negocios de Yoel Perdomo, en particular Tuambia SURL, han continuado operando con normalidad, reflejando cómo las conexiones en el poder facilitan eludir las consecuencias de una investigación.
Aunque el desenlace es aún incierto, lo que está claro es que el caso de los hermanos Perdomo Di-Lella revela la profunda interrelación entre el sector estatal y el sector privado en la economía cubana, así como los conflictos de intereses y corrupción que marcan la actual crisis del régimen.
Para muchos, la destitución de Jorge Luis Perdomo Di-Lella no es más que una maniobra superficial, y tanto los medios como los usuarios en redes sociales continúan demandando explicaciones completas sobre las razones de su caída, así como medidas efectivas que separen realmente el aparato estatal de las esferas empresariales que hoy se han convertido en el patrimonio familiar de la élite cubana.
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