La vicepresidenta de Estados Unidos y candidata demócrata a la presidencia, Kamala Harris, canceló el discurso que tenía previsto dar al finalizar la jornada electoral.
La decisión llegó tras la publicación de resultados preliminares que la colocan en clara desventaja frente al candidato republicano, Donald Trump, quien se proyecta como el próximo presidente de Estados Unidos.
Con una diferencia significativa en el voto popular y en el Colegio Electoral, Harris optó por no dirigirse a sus seguidores, enviando en su lugar un mensaje en el que destacó la importancia de la democracia y la necesidad de respeto hacia la voluntad popular.
“La democracia es la voz del pueblo y debe ser siempre respetada”, afirmó en un comunicado en el que, según EFE, además expresó sus deseos de éxito para la nueva administración.
Según los datos más recientes, Trump ha conseguido hasta ahora 70.8 millones de votos, frente a los 65.7 millones de Harris. De confirmarse estos números, Trump no solo habría ganado en el Colegio Electoral, sino también en el voto popular, un logro que los republicanos no obtenían desde la victoria de George W. Bush en 2004.
Estos resultados consolidan la ventaja de Trump en estados clave, y hacen que la victoria de Harris sea prácticamente imposible, según los analistas. La derrota es particularmente significativa dado que Harris había encabezado una campaña centrada en la continuidad de las políticas de la administración Biden y en contrarrestar la agenda conservadora que Trump propone implementar.
El control de la Cámara de Representantes y del Senado será crucial para el próximo presidente, ya que determinará la viabilidad de las políticas propuestas. Mientras que los republicanos han asegurado el control del Senado, el resultado en la Cámara de Representantes sigue en el aire, con varios distritos aún en proceso de conteo.
Para los demócratas, conservar la mayoría en la Cámara sería su última oportunidad para ejercer contrapeso sobre el Congreso y frenar las políticas de Trump.
Sin embargo, si los republicanos logran obtener la mayoría en ambas cámaras, podrían facilitar la implementación de una agenda política marcada por la extensión de recortes fiscales, políticas de control fronterizo y el desmantelamiento de varias regulaciones establecidas durante la administración Biden.
Analistas políticos destacan que la jornada electoral ha transcurrido de manera más predecible en comparación con el proceso de 2020, donde los resultados cambiaron significativamente durante el conteo tardío. Según el analista Harry Enten, “ha sido una noche clara y sin cambios de dirección extraños, diferente a lo ocurrido en 2020, cuando el recuento de votos modificó las tendencias iniciales”.
En este contexto, Trump se perfila no solo como el próximo presidente, sino también como el líder de una nueva etapa de control republicano en Estados Unidos.
Esta victoria, de confirmarse, marcaría un giro hacia una administración que buscará revertir las políticas progresistas implementadas en los últimos años.
Al cancelar su discurso, Harris parece haber aceptado esta realidad, mientras sus simpatizantes y el Partido Demócrata procesan los resultados de una elección que apunta a ser un cambio de rumbo para el país.
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