Cuantiosos destrozos son visibles en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), tras el paso del huracán Rafael el pasado 6 de noviembre. El enclave económico donde el régimen ha puesto sus sueños de impulso económico pero que se ha convertido en otro fracaso de sus planes, muestra un panorama desolador después del tránsito del meteoro.
Un reportaje de la Televisión Cubana mostró los impactos de Rafael en las instalaciones de la Terminal de Contenedores Mariel.
“Los daños podemos decir que son de consideración. Ya dentro del programa de recuperación, comenzaremos con la reanimación del patio por bloques, para dar paso a la activación de la Terminal tan pronto como sea posible, y activar la entrega de mercancías de contenedores por puerta”, dijo José Leonardo Sosa Barrios, director adjunto de la Terminal.
El gobierno ha cuantificado, además, los daños en los techos levantados, contenedores arrastrados por las lluvias y los vientos, así como fábricas inundadas.
Con una inversión considerable en la zona y siendo uno de los pocos negocios asentados en la ZEDM, el grupo vietnamita Thai Binh es el que ha sufrido los mayores efectos por los daños. Dos instalaciones que forman parte de su gestión: el Parque Solar Fotovoltaico de Guajaibón y la Fábrica de Detergentes Suchel tbv, han sido de las más golpeadas.
“La fábrica de pañales, que se encuentra frente a la de detergentes, presenta daños similares. Ponemos todo nuestro esfuerzo para poder terminar la recuperación dentro de 14 días”, expresó Tu Tranh, presidente del Grupo Thai Binh.
Un trabajador vietnamita agregó que “el huracán se llevó una parte del almacén de materias primas y del almacén de productos terminados, y también el techo de las torres”.
Desde hace 26 años, Thai Binh Global Trading Corp. tiene operaciones en Cuba, siendo una de las primeras en exportar productos a América Latina en sectores como las confecciones, los calzados, artículos de consumo, alimentos y materiales de construcción.
Otra de las fábricas severamente afectada fue la de Brascuba. Según su copresidente, Robinson Tamayo González, “casi el 40 % del techo se levantó, lo que provocó que las máquinas se mojaran”.
Las lluvias y los vientos también afectaron la chimenea de la caldera, sin embargo, el directivo comentó que el almacén no sufrió daños por lo que la producción se encuentra sin problemas.
“Todo el producto terminado, de días anteriores, se encuentran en perfectas condiciones, pues el almacén no sufrió daños. Nos quedan días duros, de evaluación de daños, de recuperación, de trabajo en la parte mecánica, en la parte electrónica de las máquinas, pero nos vamos a levantar”, aseguró.
La ZEDM es administrada por el Consejo de Ministros, quien controla sus actividades, elabora y conduce su Programa de Desarrollo y Negocios. La proyección inicial del enclave no ha sido cumplida por el régimen, debido a las exigencias y requisitos que imponen para la entrada de nuevos negocios.
Su área pertenece al norte de la provincia de Artemisa, la más afectada por el huracán Rafael.
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